La naranja confitada es un elemento de decoración para pasteles muy común, no faltando en preparaciones como el Roscón de Reyes o utilizándose como crujiente en diversas preparaciones tales como las cremas inglesas o el créme brûlée. Resulta un dulce apetitoso, que también puedes servir con un baño de chocolate, presentando uno de los dulces más acertados para las bandejas navideñas ¡o cualquier momento del año! ya que cortadas en tiras serán deliciosas para decorar un helado de vainilla o chocolate.
Para realizar las naranjas confitadas, primero lava y limpia bien dos naranjas de aproximadamente 200 gramos cada una, sécalas y córtalas con un cuchillo bien afilado en rodajas finas. Pon las rodajas en una olla, cubriéndolas con agua y añade una cucharada de bicarbonato, dejando que la naranja hierva, en ese momento retira la olla del fuego y escurre bien las rodajas de naranja.
En otra olla limpia, pon las rodajas de naranja de nuevo y agrega medio vaso de agua y 300 gramos de azúcar. A fuego bajo, tendrás que ir cocinando la naranja, al menos 30-40 minutos, hasta que se confiten, removiendo la mezcla de vez en cuando sin romper las rodajas con delicadeza. Tras ese tiempo estarán en su punto y podrás consumirlas según tu preferencia, solas, bañadas en chocolate o con tu postre favorito.
Recetas de postres y dulces