Hoy os propongo aprender a hacer una de esas salsas con nombre propio. La receta de la salsa bechamel es una de esas recetas que debemos llevar siempre en la mochila para cocinar infinidad de platos. Os lo digo siempre y ya no sé cómo repetirlo, TENEMOS QUE SER MORROFINOS. No puede ser señores, no puede ser que no sepamos hacer una simple salsa bechamel. O lo que es casi peor, que la compremos envasada en tetrabrick.
Así que si no tienes ni papa de cocina, sabes lo justo y no distingues entre una lima y una limón, no te preocupes, que yo te explico. Vamos a hacer esta salsa de una manera fácil, entendiendo que las cantidades dependerán del uso que le vayas a dar a la bechamenl. Quiero decir, distinguiremos entre una bechamel fina y la que usas para croquetas, así tendrás que hacerla de manera diferente. Pero no preocuparse, que es muy fácil. Atentos todos:
DIFICULTAD:
Sólo apto para los que remuevan realmente bien.
INGREDIENTES:
Dos vasos de leche entera
2 cucharadas de harina. De la normal y corriente
3 cucharadas de mantequilla. Puedes sustituirla por 4 cucharadas de aceite de oliva.
Sal
Pimienta blanca o negra recién molida
Nuez moscada (opcional)PREPARACIÓN:
Vamos a estar atentos y vamos paso por paso para no perdernos. Os explico ahora la bechamel normal y luego hacemos la especificaciones para las diferentes texturas.
Pon a fuego medio una olla pequeña y añade las 3 cucharadas de mantequilla. Deja que se funda, pero no dejes que se queme o se tueste.
Añade las 2 cucharadas de harina y remueve bien. Esto es lo que los cocineros llaman roux. -Nunca te acostarás sin saber una cosa más-
Ahora todo se va a espesar mucho, pero es importante que la harina se cocine bien antes de echar la leche o no habrá nadie que se la pueda comer. El sabor a harina crudo es terrible, tremebundo y asqueroso. -Avisados estáis, luego no lloréis-
Añade un vaso de leche y remueve bien. A medida que vaya espesando ve añadiendo el otro vaso de leche y nunca dejes de remover.
NUNCA DEJES DE REMOVER o se te quemará. Si notas que se está pegando, baja el fuego y sigue removiendo.
Se irá espesando mientras le metes zapatilla con las varillas o con la cuchara. Sigue hasta que hierva para que no sepa a crudo y añade sal, pimienta y nuez moscada a gusto. NOTA: Cuidado al probarlo, que quema como si no hubiese mañana.
Si notas que ha quedado algún grumo (no es lo normal, pero puede ser) métele la batidora y déjala finita. Haz que vuelva a hervir y no dejes de remover. ¡¡Listo, ya la tienes!!
Esto sirve para una bechamel finita (como para cubrir una coliflor y gratinarla), pero si lo que prefieres es hacer unas croquetas, napar unos filetes, o simplemente comerte a cucharadas una ración bechamel espesa y empapuzante (cada uno que haga las guarrindongadas que quiera), te explico:
Para una bechamel espesa, necesitarás añadir más roux a la mezcla. Es decir, en vez de poner 2 de harina y 3 de mantequilla, pondremos 3 de harina y 4 de mantequilla para la misma cantidad de leche. Así, tendremos una salsa más espesa.
Si por el contrario, prefieres una salsa mucho más ligera, pues le pones 1 de harina y 2 de matequilla. Vas jugando.
Veis lo simple que es.... Así que no se diga que no sabés hacer una salsa bechamel. Mañana os subiré la receta mi lasaña para que podáis estrenar un plato donde usar esta salsa. ¡¡Vais a flipar!!. Aquí la muestra (ver foto )
Y a remover, filibusteros, que la bechamel se va a pegar.