Yo tenía mi propia manera de hacerla y me iba la mar de bien, pero como el saber no ocupa lugar, ya sabéis que he aprendido otra.
Así que os explico los aspectos importantes de esta salsa.
La bechamel auténtica sólo lleva mantequilla, harina y leche, pero también se puede hacer con cebolla, siendo menos purista. La diferencia es que si la hacéis con cebolla, tendréis que rallarla y pocharla a fuego suave durante un buen rato y luego pasar la bechamel por la batidora para no notarla.
Este era el sistema que usaba yo. Ahora os explico el que he aprendido. Sin cebolla, claro.
100 grs. de harina de trigo
100 grs. de mantequilla
1 litro de leche entera
sal, pimienta y nuez moscada
La base de la bechamel es lo que se conoce como roux blanco, que es mantequilla y harina a partes iguales sin que coja color.
Según creencia popular sabe a harina cruda, pero si seguís este sistema no sabrá y, si tostáis la harina ya no es lo mismo, porque la salsa tendrá un ligero color amarillento, o sea será una roux rubia y entonces ya no es una bechamel, ya que la bechamel es una salsa blanca.
Ponemos en un cazo la mantequilla a fuego suave a fundir. Cuando esté casi fundida incorporamos la harina y removemos.
Este es el truco para que no sepa a harina: Cocer la harina durante dos minutos a fuego suave sin que coja color, con ese tiempo pierde el sabor a harina cruda.
Apartamos del fuego y dejamos templar.
Mientras se enfría calentamos la leche sin que llegue a ebullición, pero casi.
Una vez templada, volvemos a poner el roux en el fuego y cuando empiece a coger temperatura, volcamos la leche caliente por encima de golpe y removemos enérgicamente con unas varillas manuales.
A los pocos segundos veréis que no queda ni un grumo, como por arte de magia.
Añadimos la sal, la nuez moscada y la pimienta (opcional). Seguimos removiendo y cociendo la bechamel a fuego suave hasta que tenga el espesor que os gusta.
Si queréis hacer una bechamel más ligera, por ejemplo para salsear, tendríais que bajar la proporción de harina y mantequilla a 60 grs. de cada una por litro de leche. Entonces podríais añadirle algún tipo de queso rallado como parmesano o idiazabal y tendríais una bechamel más rica y diferente.
Espero que os sea útil, a mi me ha encantado.
Pasad un feliz finde.
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