Aunque cocinarlas puede parecer sencillo la verdad es que para obtener unas buenas patatas fritas hay que seguir estos 3 pasos:
SELECCIÓN DE LAS PATATAS. Las mejores patatas para freír son las patatas blancas y mejor nuevas o tempranas. Son las que se recogen entre marzo y junio, antes de que hayan madurado del todo. Suelen ser pequeñas, de piel fina y lisa y contienen más agua y menor almidón que las patatas viejas.
CORTAR, LAVAR Y SECAR. Para conseguir una buenas patatas es importante que, después de pelarlas y cortarlas, las lavéis y las sequéis.
POCHAR Y DESPUÉS FREÍR A FUEGO FUERTE. Una vez secas, las freís en abundante aceite caliente ( a unos 120º/140º) para pocharlas, lo que quiere decir que hay que cocerlas sin que cojan color. En el último momento subid a fuego fuerte (a unos 180º) para que queden doradas y crujientes.
Consejos:
No pongáis un número excesivo de patatas en la sartén porque baja la temperatura. y, además, si hay menos patatas en la sartén quedan más sueltas.
Ponedlas poco a poco, no todas a la vez.
Cuando las saquéis ponedlas sobre papel de cocina absorbente para que suelten el exceso de aceite.
Poned la sal una vez fritas para evitar que suelten el agua y no queden tiernecitas por dentro y crujientes por fuera.