Evidentemente todo el mundo sabe hacer patatas fritas y no os voy a enseñar nada nuevo con esta publicación. Lo que sí os puedo decir es que desde hace muchos años siempre he buscado la manera de hacer unas patatas fritas muy crujientes. He probado de muchas maneras y utilizando distintas técnicas hasta que hoy en día puedo decir que tal y como las hago desde mi punto de vista quedan perfectas.
Hace unos días en el grupo de Facebook estuvimos hablando sobre las patatas fritas y prometí hacer una entrada para enseñar cómo las hago. Espero que probéis y me digáis qué os parece. Como siempre suelo decir, en la cocina no hay grandes trucos, llegamos a cocinar buenos platos cuando ponemos esmero y cariño en todo lo que hacemos.
Ingredientes:
3 patatas hermosas
Aceite de oliva suave
Sal en escamas o sal Maldon
En primer lugar pelamos y lavamos muy bien las patatas. Las cortamos en bastones y las ponemos en un recipiente amplio cubriéndolas con agua. Las dejamos aproximadamente media hora. De esta manera eliminaremos gran parte del almidón.
Las escurrimos y secamos bien con un paño o papel de cocina. Ponemos en una amplia sartén el aceite de oliva y freímos las patatas.
Cuando las patatas estén hechas pero aún sin dorar las sacamos del fuego y reservamos en un recipiente.
Ponemos la sartén de nuevo a fuego fuerte y vamos echando las patatas en pequeñas cantidades.
Primero no debemos moverlas para que no se rompan pero en cuanto empiecen a tomar un bonito color dorado ya podemos utilizar la espumadera para separar las que hayan podido pegarse.
Las pasamos a un plato con papel de cocina para que absorba el aceite.
Las servimos calentitas poniéndoles un poco de sal en escamas.