Como no queremos que tú cometas los mismos errores que nosotros en la práctica de cómo se limpian y lavan los champiñones y otros hongos, en este artículo encontrarás todos los detalles para hacerlo bien.
¿Cómo limpiar y lavar champiñones?
Los champiñones, las setas, los níscalos, etc. son unos hongos que cuando los compramos frescos, tanto en los mercados locales como en las grandes superficies, suelen venir acompañados de restos de tierra que se adhiere a su sombrero y al tronco. Para que evitar que los platos que cocinamos con estos productos contengan esos molestos restos de tierra y asegurar que los hongos mantengan todas sus propiedades en los platos que cocinemos con ellos, es muy importante que los lavemos y limpiemos correctamente.En este sentido, tal y como adelantábamos al inicio de este artículo, lavar los champiñones, níscalos u otros hongos en un bol con agua abundante no es la mejor práctica. No es que no se pueda, pero no es la mejor forma de hacerlo. Esto es debido a que este tipo de alimentos absorben mucho el agua, lo que hace que pierdan gran parte de su aroma y sabor. Algo que es una pena, dado el sabor tan característico de este producto.
Eso sí, si los hongos que tenemos están muy cubiertos de tierra, entonces sí será apropiado ponerlas bajo el grifo (un toque rápido) sin dejarlos en remojo, para quitarle los restos más superficiales de tierra y arenilla. Una buena manera de hacer esto consistiría en poner nuestros champiñones, níscalos o setas en un escurridor grande y abrir el grifo unos segundos, mientras agitamos el escurridor. De esta manera, lo que lograremos será hacer una primera limpieza que elimine los restos de suciedad más superficiales. A continuación debemos secarlos bien con un trapo, para evitar que acumulen y que absorban un exceso de agua, ya que esto provocaría que soltaran más agua durante su cocinado.
Cómo limpiar champiñones, níscalos y otros hongos paso a paso
Lo primero que debes hacer es cortar la parte del tronco que esté más sucia o deteriorada.Esta parte de los hongos es la que acumula más tierra y además muy sensible al roce, por lo que a veces la podemos encontrar excesivamente dañada.
A continuación, con ayuda de un paño humedecido en agua y escurrido, deberemos frotar los champiñones (u otros hongos) con cuidado de no romperlos, para eliminar los restos de tierra más resistentes.
En el caso de que con el paño no hayamos podido eliminar todos los restos de tierra, podremos recurrir a utilizar un cuchillo de filo fino. Con este utensilio rasparemos las impurezas hasta eliminarlas. Si no tienes un cuchillo apropiado para realizar esta tarea, también puedes utilizar un cepillo de dientes mojado en agua y frotar los restos de suciedad hasta que desaparezcan.
Para una mayor precisión, también puedes utilizar tus propias manos y frotar con las yemas de tus dedos las impurezas que hayan permanecido en los hongos.
Una vez tengamos nuestros champiñones, níscalos, setas y otros hongos bien limpios, ya podremos elaborar con ellos las recetas que más nos apetezcan. Podemos cortarlos y laminarlos o rellenarlos de los ingredientes que más nos apetezcan. Y es que este tipo de productos pueden presumir de tener un sabor y aroma muy peculiares, que aporta un toque distintivo a muchos platos. Recuerda que se trata de ingredientes muy versátiles y prácticos en la cocina, pues con ellos podemos elaborar desde aperitivos más informales y rápidos, hasta platos más contundentes, salsas, cremas, etc.
A nosotros nos encanta utilizar los champiñones como ingrediente de brochetas de verduras y carne, pero también los solemos hacer rellenos y gratinados.
Y tú, ¿en qué receta emplearás estos champiñones que acabas de dejar tan limpios y relucientes? ¡Cuéntanoslo en el hilo de comentarios de este artículo!
¡Buen provecho!