Hace muy poquito estábamos recogiendo setas por el bosque y como encontramos bastantes níscalos, aproveché a hacer conseva. Así que con este tesoro en mi despensa, no queda otra que aprovechar cualquier ocasión para disfrutarlos.
Esta vez he hecho una combinación que no falla. Las patatas panadera son un acompañamiento riquísimo para cualquier segundo plato y podemos aprovechar el calor del horno mientras guisamos la carne para hacerlas a la vez. Vamos a por la receta, que más fácil no puede ser.
Ingredientes:
Un kilo de patatas peladas
1 cebolla grande
350 g de níscalos (podemos sustituirlos por champiñones o cualquier otro tipo de seta)
sal y pimienta
ajo y perejil
aceite de oliva virgen extra
Preparación:
Cortamos las patatas a rebanadas de un centímetro de grosor y la cebolla a tiras. Disponemos todo en una bandeja de horno y salpimentamos. Regamos bien con aceite de oliva y lo introducimos en el horno a 185-190º C durante una hora. Podemos darles vueltas durante este tiempo o dejar que se hagan y se tuesten por arriba. Yo prefiero moverlas porque sino se puede quemar la cebolla y me gusta más así.
Mientras tenemos las patatas en el horno, freímos en aceite de oliva las setas, bien escurridas, con ajo, perejil y la sal correspondiente. Cuando se empiezan a tostar y vemos que están hechas las sacamos del fuego.
Una vez tenemos listas las patatas, las servimos con las setas repartidas por encima. Esta guarnición nos sirve tanto para platos de carne como de pesacdo.
Esta guarnición es ideal para acompañar a un rico pollo asado crujiente, que encontrarás en este blog.
Ya sabéis que si os gustan mis recetas, podéis seguirme en Facebook (click aquí) y también en mi Blog Anna recetas fáciles. Gracias por haber llegado hasta aquí. Espero vuestros comentarios y me encantaría que me contarais vuestra experiencia cuando pongáis en práctica alguna de las recetas de este blog.