Una forma de preparar las sardinas es marinarlas, ideales como entrante o para elaborar cualquier receta que se os ocurra con ellas. No tendrás que usar los fuegos y la casa no te olerá durante tres días a sardinas.
Con esta elaboración tendréis como resultado un pescado fresquito, con textura y muy sabroso y listo para comer cuando tú quieras.
Sardinas marinadas
Ingredientes:
Sardinas lo más frescas posible
Sal gruesa
Sal fina
Agua
Hielo
Vinagre de jerez o de manzana
Aceite de oliva
Elaboración:
Quitamos la cabeza y las tripas a las sardinas.
Con los dedos abrimos por el centro y retiramos la espina central.
Preparamos un recipiente con abundante agua y hielo y echamos un puñado grande de sal gruesa.
Vamos echando en este las sardinas ya limpias y dejamos 10 minutos. Con esto conseguimos que se desangren y que no pierdan su firmeza.
Transcurrido este tiempo vamos retirándolas de agua e intentando quitar cualquier escama o pequeña espina que nos pudiera quedar y dejamos sobre un trapo limpio o papel absorbente para retirar el exceso de agua.
Una vez secas las colocamos en un recipiente boca abajo y le añadimos vinagre hasta cubrir. Las dejamos 30 minutos en frio.
Cuando ya estén blanquitas escurrimos un poco, salamos y las guardamos recubiertas de aceite hasta que las usemos.
Como ya os he dicho son perfectas para comer tal cual simplemente con un poco de ajo fresco cortado en láminas, pero también podéis hacer otras elaboraciones yo he hecho sobre un tartar de tomate y aceitunas que le va perfecto.
Espero que os resulte útil esta elaboración podéis encontrar más en mi blog Cocineraymadre.
Un saludo y hasta pronto.