Y si a esta moda le añadimos otra de las tendencias de los últimos años, el gin tonic, tenemos la bebida del año: El café con tónica o espresso tonic. La receta del espresso tonic es una receta muy sencilla y no se requiere ningún equipo sofisticado ni mucho tiempo para prepararlo. Lo único que sí que es esencial es utilizar un café gourmet, un café de alta calidad para poder preparar nuestro café con tónica.
Aunque el auge de esta bebida haya llegado hace poco a nuestro país, el espresso tonic lleva varios años ganando adeptos por el mundo. Al parecer su origen está en un local de Suecia llamado Koppi, donde comenzaron a comercializar la bebida en 2014.
El resultado? Un café frio o cold brew con toque más amargo que el café con hielos y el burbujeo refrescante de la tónica que la hace perfecta para el verano. Un “mocktail” o cocktail sin alcohol que se va a convertir en tu bebida favorita del año, ya lo verás.
La versión más sencilla incluye únicamente café y tónica, en cantidades parecidas de cada bebida, pero como a todas las recetas podemos hacer las variaciones que queramos. Este verano me he aficionado bastante a este café con tónica y lo he probado de varias maneras, pero la que más me gusta es añadiendo la peladura de una naranja y una ramita de romero. Así añadimos aromas afrutados al amargor del café y la tónica.
Cómo preparar un espresso tonic
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Preparación
Cocción
Tiempo total
El espresso tonic es la nueva revolución de bebidas del verano
Comensales: 1 café
Ingredientes
Dos tazas de café espresso
La misma cantidad de tu tónica favorita
Hielos
Piel de una naranja
Elaboración
Para que nuestro espresso tonic esté bien frio a la hora de tomarlo, comenzaremos congelando el vaso donde lo vayamos a servir por unas horas.
Prepararemos nuestro café gourmet de la manera que más queramos. Puede ser desde utilizar una Chemex o un Aeropress a hacer un café de puchero.
Una vez tengamos el café listo, sacamos el vaso que teníamos en el congelador y añadimos hielos hasta cubrir todo el vaso.
Con ayuda de una cucharilla, añadimos la tónica.
Con mucho cuidado, vertemos el café sobre la tónica, despacio y con ayuda de una cuchara para que no se mezcle por completo con la tónica y queden las dos capas bien diferenciadas.
Decora tu espresso tonic con una rodaja de piel de naranja y un poco de romero y esto le acabará dando un sabor afrutado y refrescante que te encantará.
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