El conejo es una carne blanca que nos aporta unas 140 calorías por cada 100 gramos. Contiene importantes cantidades de vitaminas del grupo B y minerales como hierro, zinc y magnesio, además de buenas proteínas. Resulta fácil de digerir y tiene poca grasa. También es bajo en sodio y colesterol. Además de estas buenas cualidades, el conejo admite una gran variedad de preparaciones en la cocina, por lo que podemos concluir que es un alimento muy recomendable para nuestra dieta.
INGREDIENTES:
1 conejo troceado
1 cebolla
1 diente de ajo
100 gr de jamón curado
2 tomates
1 ramita de perejil
1 ramita de tomillo
300 ml de vino blanco
200 gr de champiñones
3 - 4 rebanadas de pan de pueblo
2 nueces de mantequilla
aceite de oliva
pimienta recién molida
sal
ELABORACIÓN:
1. Ponemos una cacerola al fuego con un poco de aceite en el fondo y una nuez de mantequilla. Cuando esté caliente añadimos la cebolla picada, el ajo picado y el jamón curado cortado en taquitos. Rehogamos hasta que la cebolla se vuelva transparente. Entonces, con una espumadera retiramos todo de la cacerola, dejando solo la grasa. Reservamos.
2. Salpimentamos los trozos de conejo, y la misma cacerola con el aceite y la mantequilla, lo doramos a fuego vivo para que la carne se selle y quede jugosa por dentro.
3. Cuando el conejo esté dorado añadimos los tomates pelados y rallados. Removemos y dejamos que se cocinen un par de minutos. A continuación, incorporamos el vino, una ramita de perejil y otra de tomillo. Volvemos a introducir en la cacerola el sofrito de cebolla, ajo y jamón. Rectificamos de sal si fuese necesario. Cerramos la tapa y dejamos que se cueza durante unos 20 -25 minutos.
4. Mientras, haremos los champiñones y los picatostes. Quitamos la parte terrosa del tallo a los champis. Los lavamos e inmediatamente los secamos muy bien con papel absorbente. Los cortamos separando el tallo de la cabeza y dividiendo esta última en cuatro.
5. Cortamos el pan en cuadraditos para hacer los picatostes. Ponemos una sartén al fuego con dos o tres cucharadas de aceite en el fondo. Cuando esté caliente freímos los costroncitos de pan y reservamos. En la misma sartén, añadimos una nuez de mantequilla y salteamos los champiñones a fuego vivo. Reservamos.
6. Pasado el tiempo de cocción del conejo lo retiramos del fuego. En una fuente colocamos los trozos de conejo. Añadimos los champiñones salteados a la salsa que haya quedado en la cacerola y la vertemos sobre el conejo (si es mucha ponemos solo una parte). Para finalizar, agregamos a la fuente los picatostes, distribuyéndolos por toda la superficie.
7. Llevamos a la mesa de inmediato, poniendo la fuente en el centro para que cada comensal pueda servirse la ración que desee.
¡Buen provecho!
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