Hoy cocinamos conejo. Una carne muy asequible de precio y con unas excelentes cualidades gastronómicas y además muy baja en grasa.
Y lo hacemos con una receta que hemos intentado aproximar al máximo a la original (chasseur) francesa.
INGREDIENTES
Un conejo troceado (incluido higado y riñones).
250 g. de beicon ahumado.
250 g. de champiñón (de París y Portobello).
250 g. de cebollitas francesas.
500 g. de patatas.
Vino blanco.
Un brick pequeño de nata (crema de leche) para cocinar.
Perejil, Tomillo y Laurel.
Aceite de oliva virgen.
Mantequilla.
Azúcar.
Sal y Pimienta.ELABORACIÓN
Pelamos las patatas y las ponemos a cocer. Cuando estén cocidas, reservamos.
En la cazuela en que vamos a cocinar, ponemos un poco de aceite y doramos los pedazos de conejo. Reservamos.
En el mismo recipiente, colocamos el beicon y el champiñón troceados. Cuando empiece a coger color, incorporamos el conejo reservado. Damos unas vueltas y añadimos medio vaso de vino blanco. Desglasamos el fondo de la cazuela y salpimentamos.
Añadimos una cucharadita de perejil, otra de tomillo y dos hojas de laurel. Revolvemos, tapamos y dejamos cocinar 45 minutos a fuego suave. De vez en cuando, destapamos y giramos los trozos de carne.
Mientras se cocina el conejo, caramelizamos las cebollas. Para ello, las pelamos y las ponemos enteras en un cazo con una cucharada de mantequilla, una pizca de azúcar, sal y pimienta. Cubrimos con agua y dejamos cocinando a fuego lento hasta que se evapore el agua.
Una vez tierna la carne, añadimos la nata (crema de leche) y ligamos la salsa.
Incorporamos a la cazuela las cebollas caramelizadas y las patatas previamente troceadas. Templamos todo antes de pasar a la fuente que presentemos a la mesa.