Elecciones de la carne y tipos
Cuando sabemos los diversos tipos de carne que hay en el mercado es mucho mejor y más fácil comprar aquella que realmente queremos. Como principios básicos podemos hablar de la ternera blanca, que es menos recomendada al proceder de animales de menos de 6 meses que se alimentan de leche en polvo, en su mayoría, y por ello no tiene demasiado sabor. Mientras que la ternera rosada siempre es de mejor calidad al ser de animales de más de 6 meses que se han alimentado de sus madres. Tiene un mayor sabor. La carne de vaca, por su parte, es de carne de animales con más de cuatro años, mientras que el buey es sacrificado ya con más de cuatro años de edad. Esto se ve en los precios, pues según el tipo será más o menos cara.
Certificado de calidad
Para que la carne sea buena, debe llevar el certificado de calidad, que ofrece una garantía de seguridad alimentaria. En el etiquetado de la carne, deben aparecer informaciones como la denominación comercial de la pieza, el origen y país de nacimiento, identificación de la empresa, fecha de caducidad, precio por kilogramo y precio total.
Carnicería de confianza
Supermercados y grandes superficies venden carne de calidad. Pero si tenemos el referente de un carnicero de confianza, de siempre, es mejor; porque sabemos de dónde procede su carne, que no nos fallará y al que le podremos preguntar sobre la diversidad de tipos que existen para que nos pueda aconsejar.
Vista, color, olfato…
Aunque no seamos expertos en carne, hay determinados condicionantes, que, a simple vista, nos dirán mucho sobre si una carne es o no de calidad. El color de la pieza, siempre mejor rosada y no oscuro, la grasa, cómo es la porción y la proporción de cada trozo… si la carne envasada está algo oscura y lleva líquido, quizás no es de calidad. De la misma manera que podemos olerla una vez en casa para ver si es fresca o está algo pasada.