Está claro que la mousse está muy buena, pero la presentación hace mucho. Si hacéis dos mousses y las montáis de este modo, quedaréis como chefs expertos.
Ingredientes para unas 15 copas:
Mousse de chocolate blanco: 270 gr. de chocolate blanco y 300 ml. de nata (crema de leche) para montar que esté bien fría.
Mousse de chocolate negro: 200 gr. de chocolate negro, 30 gr. de mantequilla, 6 cucharadas de azúcar y 6 huevos.
Elaboración:
Primero hay que hacer la mousse de chocolate blanco.
Para ello, se funde el chocolate troceado en el microondas y se deja enfriar uno o dos minutos. Se bate la nata (crema de leche) con las varillas eléctricas.
A continuación se añade la mitad de la nata (crema de leche) al chocolate hasta que quede una mezcla homogénea.
Luego se añade con cuidado la nata (crema de leche) restante. Hay que hacerlo con movimientos suaves y envolventes para dar volumen a la mezcla.
Y finalmente se pone con ayuda de una cuchara o de una manga pastelera en el fondo de la copa.
Se mete al frigorífico varias horas, hay quien dice que 24, pero con 3 ó 4 hay suficiente.
Trascurrido ese tiempo, hacemos la mousse de chocolate negro.
Para ello, se derrite el chocolate con la mantequilla y se reserva. Luego batimos con las varillas las yemas junto con 4 cucharadas de azúcar hasta conseguir una mezcla espumosa y blanquecina. La mía no ha salido muy blanca porque he utilizado huevos ecológicos y las yemas son mucho más amarillas que las de los huevos de granja.
Seguidamente se añade a la mezcla un poco de chocolate derretido y lo mezclamos bien.
Y se añade el resto de chocolate y seguimos removiendo.
A continuación se montan las claras a punto de nieve con el azúcar restante y se añaden poco a poco al chocolate.
Como en la anterior mousse, hay que mezclarla con mucho cuidado con movimientos envolventes. Lo podemos hacer con una cuchara o con una espátula.
En este punto, se sacan las copas con la mousse de chocolate blanco y se les pone por encima la mousse de chocolate negro.
Se vuelve a meter al frigorífico unas tres horas y por último se adornan con una fruta de algún color que contraste con el negro, yo he utilizado physalis, que compré en el Lidl, pero podéis poner una frambuesa, fresa, lo que queráis.
Esta copa la hice hace un par de días para llevarla a una cena de amigos, desde el más pequeño al más grande disfrutaron comiéndola. Aquí os pongo una foto de Gael, el menor del grupo, para los niños hice vasitos, en vez de copas.
Os daréis cuenta de que la consistencia de las mousses es diferente, la blanca es más espesa, esto es para que la de chocolate negro no chafe la de chocolate blanco.
ESPERO QUE DISFRUTÉIS TANTO COMO YO CON ESTE POSTRE
Fuente: este post proviene de Blog de Carmen Jones, donde puedes consultar el contenido original.
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