Quienes estéis al tanto de los cocineros de la blogosfera sabréis quién es... Para los que no, os cuento que es la autora del blog La Receta de la Felicidad, y que sus recetas tienen una originalidad en su presentación que las hace doblemente buenas, como sus famosos brownies en cáscara de huevo en los que yo me inspiré para este desayuno en Pascua el año pasado...
Una de las cosas que me llamó muchísimo la atención son los azucarillos de colores que enseña a hacer. Y qué mejor ocasión que San Valentín para ponerla en práctica...
Para hacer los azucarillos necesitamos:
- 220 gr. Azúcar Blanco
- 1 cucharadita Agua
- Colorante (opcional)
- Moldes con formas: como se acercaba San Valentín decidí hacerlos en forma de corazón, pero vale cualquier molde que tengáis en casa y que sea apto para microondas.
Mezclamos el azúcar con el agua, removiendo hasta que todo el azúcar tenga un aspecto como de arena mojada.
En lugar de colorear todos los terrones, decidí comenzar haciendo corazones blancos...
Hay que llenar cada hueco con azúcar apretando bien con los dedos, para que no quede ningún hueco por dentro. Si no, al desmoldarlos os encontraréis con los huecos que han dejado las pequeñas burbujas de aire...
Seguimos con el resto del azúcar, al que le añadimos el colorante elegido y mezclamos.
Al utilizar yo colorante en gel, cuesta un poquito más que se integre todo, pero con un pelín de paciencia queda perfecto...
Para colocar ahora el azúcar coloreado conviene poner una servilleta de papel sobre los azucarillos blancos, para que no caiga azúcar rojo sobre el blanco.
Con la misma lengua con la que hemos mezclado los ingredientes retiramos el exceso de la mezcla para que la superficie por este lado quede plana y lisa.
Sandra Mangas nos propone dejarlos secar en un lugar seco una hora mínimo. Pero con la "Ciclogénesis Eléctrica" que tenemos encima hay una humedad tremenda, así que he optado por el "plan B": introducir en el microondas a potencia máxima 45 segundos.
Los sacamos y dejamos unos minutos antes de desmoldar. Colocamos un plato o recipiente plano encima (yo he utilizado una bandeja cubierta con papel de horno), giramos con rapidez y desmoldamos...
Y ya podemos guardar en nuestro azucarero...
...preparados para endulzar un té mientras disfrutamos con un buen libro
Como veis, tener estos azucarillos tan monos no requiere mucho. Lo más complicado creo que es decidirse por la forma y el color.
Además, siempre podéis adaptaros a cada ocasión, poniéndole a los ingredientes lo que queráis: unas gotas de zumo de limón, por ejemplo, colorante amarillo y un molde en forma de gajos de limón, y tenemos un toque especial para endulzar ese "Té con limón y canela" que tanto me gusta a mi... :-D
¡¡Besitos!!