En los corderos jóvenes, la mayor parte de grasa está alrededor de las vísceras y debajo de la piel, y se puede retirar fácilmente, reduciendo el aporte de grasa saturada, colesterol y calorías y consintiendo disfrutar de esta deliciosa carne.
Ingredientes
8 costillas de cordero pulposas, conviene comprar un costillar, deshuesarlo y cortar 8 lonchas de unos 1.5 centímetros aproximadamente, esto depende del punto de cocción de la carne que sea de vuestra preferencia.
300 gramos de espinacas frescas
200 g de panceta magra (ahumada)
150 ml. de crema de leche
Mostaza de Dijon (Maille)
1 diente de ajo
Aceite de oliva
Sla marina
Pimienta negra
Preparación de las Costillas de cordero al horno con salsa de mostaza:
Rodear las costillas de cordero con una loncha de panceta magra y atarlas con hilo de cocina.
Calentar tres cucharadas de aceite de oliva en una sartén con un diente de ajo, colocar las costillas y sellarlas sólo una vez por cada lado.
Forrar una placa con papel de horno y colocar las chuletas, introducir en el horno precalentado a 180 grados y cocinar durante 10 minutos, o hasta que la panceta se vuelva casi transparente, en ése momento la carne será muy suculenta.
Mientras se cocinan las costillas, en la misma sartén donde se sellaron quitar el ajo, verter 150 ml. de crema de leche y dos cucharadas de mostaza de Dijon, dejar cocinar hasta que se adense formando una salsa con textura aterciopelada y guardar.
En una sartén calentar tres cucharadas de aceite de oliva, añadir un diente de ajo, y cuando el aceite empieza a salpicar añadir las espinacas frescas y saltear hasta que se hayan aflojado.
Servir las Costillas de cordero al horno con salsa de mostaza sobre una cama de espinacas y la salsa de mostaza.
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