¡Que no! Que no me he vuelto majara... No vayáis a creer que a partir de ahora voy a escribir las recetas en inglés. Es simplemente que la propuesta dulce del mes de abril de Desafío en la cocina es Poke Cake y nos han pedido que mantengamos el nombre en inglés. Y claro, ya puesta en faena y, para que se noten mis avances en inglés he decidido poner el título entero en el mismo idioma. Pero aquí tenéis la traducción: Bizcocho loco escarbado de limón con chocolate y nata (crema de leche).
¿Poke Cake?... Sí, esa misma pregunta me hice yo cuando lo leí. Gracias a San Google pude descubrir que se escondía detrás de ese nombre. Mi sorpresa fue mayúscula cuando me encontré con una especie de tarta que invitaba a dejar volar nuestra imaginación, tanto en sabores como en colores.
El Poke cake está compuesto por un bizcocho que es calado de forma diferente a como lo solemos hacer normalmente. Se cala a través de unos agujeros que haremos por todo el bizcocho y que después rellenaremos con una crema, un pudin o una gelatina,... Por último, hay que cubrir el poke cake con una cobertura tipo frosting, crema, nata (crema de leche), chocolate, o lo que más nos guste.
Y es por los agujeritos que hay que hacerle al pastel en cuestión de donde viene su nombre, ya que Poke cake vendría a ser "bizcocho escarbado" en español.
Yo me he decantado por un "Crazy cake" de limón, lo he rellenado de natillas de chocolate y después cubierto con nata (crema de leche) y canela.
Para los que no sepáis a qué me refiero con Crazy Cake o bizcocho loco os remito a mi receta de Crazy Cake de chocolate donde explico por que se llama así, y es que para su elaboración no se utilizan huevos, ni leche, ni mantequilla. De hecho, el bizcocho como tal es muy sano. La vez anterior os mostré como prepararlo de chocolate y en esta ocasión os muestro como hacerlo de limón. Un bizcocho muy ligerito y esponjoso.
Ingredientes:
Para el bizcocho (Receta del blog de Bizcochela):
3 tazas de harina
2 tazas de azúcar
10 cucharadas soperas de aceite de girasol
2 cucharaditas de bicarbonato
1 pizca de sal
2 cucharaditas de vinagre
1 cucharadita de esencia de vainilla
2 tazas de agua
2 limones
Para las natillas de chocolate, con las que rellenaremos el bizcocho de limón:
4 huevos
6 cucharadas de azúcar
600 ml. de leche
1 cucharada de maicena
1 limón
1 rama de canela
Azúcar avainillado
Para la nata (crema de leche) de con la que coronaremos el bizcocho después de haberlo calado con las natillas:
300 ml. de nata (crema de leche) para montar
100 gr. de azúcar glass
Canela en polvo
Modo de preparación:
En primer lugar vamos a preparar el bizcocho. Mientras preparamos los ingredientes y la mezcla del bizcocho tendremos el horno precalentando a 170 ºC.
Para este bizcocho no vamos a necesitar ensuciar más recipientes que el molde donde vayamos a hornearlo.
Lavaremos los limones, rallaremos su piel y la reservaremos. Después los exprimiremos y reservaremos su zumo.
Pondremos todos los ingredientes de bizcocho en el molde y los mezclaremos bien (incluídos la ralladura de piel de limón y el zumo)
Lo llevaremos al horno durante media hora aproximadamente, aunque a media cocción iremos pinchándolo para comprobar su grado de cocción. Cuando comprobemos que el bizcocho está cocido por el centro lo sacaremos del horno.
Hasta ahora hemos conseguido un delicioso y esponjoso bizcocho. Así tal cual, es perfecto para vuestras meriendas y desayunos. Pero si queremos seguir adelante con el Poke Cake tenemos que seguir los siguientes pasos.
El Poke Cake se puede presentar desmoldado o no. En mi caso, yo no lo desmoldé hasta el final. Lo que sí es necesario es dejarlo enfriar antes de calarlo, por eso sería recomendable que el bizcocho lo hicieseis con antelación.
El siguiente paso es preparar el relleno con el que ayudaremos a calar el bizcocho. En este caso, lo vamos a hacer son unas natillas de chocolate, ¡y caseritas! ¡Me encantan!
Lo primero que haremos para las natillas será aromatizar la leche. Lo ideas es hacerlo con canela en rama y con la piel de algún cítrico, y así lo haremos.
Lavaremos bien el limón y después cortaremos la piel de forma superficial. Pondremos la leche a fuego medio con la piel del limón y una rama de canela. En cuanto la leche entre en ebullición la retiraremos del fuego y la dejaremos unos 10 minutos en reposo.
Mientras tanto separaremos las yemas de las claras, ya que sólo vamos a necesitar las yemas. Las claras podéis congelarlas y utilizarlas así en otras ocasiones que las necesitéis.
Batiremos las yemas y las mezclaremos con el azúcar y la maicena.
Colaremos la leche para retirar la piel de limón y la rama de canela. Mezclaremos la leche con las yemas batidas que hemos mezclado con el azúcar y la maicena. Lo pondremos al fuego y no dejaremos de remover hasta que veamos que espesan.
Las retiraremos del fuego, y las dejaremos templar.
Para calar el bizcocho con las natillas necesitamos que el bizcocho esté frío y las natillas templadas.
Haremos agujeros al bizcocho del grosor de un dedo, así que podéis valeros de diferentes utensilios para hacerlos. Desde el palo de una cuchara de madera que sea redondo, a un descorazonador de manzanas, o como en mi caso con una aguja gorda de hacer punto (bien limpia previamente).
Después verteremos por encima las natillas templadas e iremos ayudando con una cuchara para que las natillas rellenen los agujeros que hemos hecho.
Lo último que nos queda es montar la nata (crema de leche). La nata (crema de leche) tiene que estar muy fría, es decir, como mínimo tiene que haber estado en la nevera un par de horas antes. Yo suelo meterla en el congelador media hora antes de montarla y se nota que monta mucho mejor.
Cuando la nata (crema de leche) esté semimontada, añadiremos el azúcar glass. Terminaremos de montarla, sin pasarnos que puede cortarse.
Pondremos la nata (crema de leche) por encima del bizcocho calado con las natillas. Podéis utilizar la manga, o ponerla directamente encima como en mi caso (no quería complicarme mucho). El toque final es espolvorearla ligeramente con canela molida.
¡Y listo!
Mi recomendación a la hora de consumirlo es que lo dejéis reposar para que el bizcocho se impregne bien de las natillas. Después de tenerlo 24 horas en la nevera, estará delicioso.
Y estoy segura que el resto de integrantes del Desafío habrán hecho un magnífico trabajo, y os invito a que paséis a ver el recopilatorio de todos los Poke Cake.