Hoy vamos a preparar una sencilla y rica crema de guisantes. Hay muchas maneras de prepararla y hoy la vamos a hacer añadiéndole un poco de patata y un toque de menta. Si os animáis con ella ya veréis como el resultado es espectacular.
Esta crema es un plato que igual nos va a valer como entrante o para una cena ligera. Es muy fácil de preparar, baja en calorías, sabrosa y muy nutritiva. Además, es la manera más fácil de comer verduras y conseguir que los más pequeños las consuman también.
La podemos preparar con guisantes frescos o congelados, pero como la temporada de guisantes es muy corta y en el súper los tenemos congelados durante todo el año, hoy elegiremos esta segunda opción.
Ingredientes
500 g de Guisantes
250 g de Patatas
1 Cebolla
1 diente de Ajo
600 ml de caldo de verduras
Aceite
Sal
Pimienta negra
Nata (crema de leche) para cocinar
Unas hojas de menta
Preparación
Pelamos, lavamos y troceamos las patatas.
Pelamos y picamos la cebolla y el ajo
Ponemos un poco de aceite en una cazuela y rehogamos la cebolla y el ajo
Añadimos las patatas y las sofreímos un poco. Cubrimos con el caldo o en su defecto agua y pastilla de caldo concentrado y llevamos a ebullición. Una vez llegado a este punto dejamos cocer a fuego bajo durante 15 minutos.
Agregamos los guisantes y dejamos cocer unos minutos más, hasta que los veamos tiernos. Reservamos unos pocos cocinados para decorar y salpimentamos al gusto.
Añadimos a la cazuela unas hojas de menta y trituramos bien todo en una batidora hasta obtener una crema homogénea.
Si queremos que nuestra crema quede más fina la pasaremos por el chino.
A la hora de emplatar decoraremos con un chorrito de nata (crema de leche), un poco de menta y los guisantes que habíamos guardado.
Y para saborear esta rica crema de guisantes nada mejor que unos bonitos cuencos o tazones. Aquí tenéis gran variedad para elegir el que más os guste.