La crême brûleé, es uno de los clásicos dentro de la repostería francesa. Se trata de una crema quemada que tras una primera fase de cocción, se termina horneando. Como colofón de sabor y color de este postre, se cubre con azúcar que se quemará con un soplete hasta formar una capa fina y crujiente de caramelo.
Junto con el brioche, esta receta es un de las más conocidas en nuestro país. De hecho en regiones como Cataluña, se prepara un dulce muy similar, la crema catalana. No está claro si primero fue la crema catalana o la crême brûleé, si los que se vieron influenciados por sus vecinos fueron los catalanes o los francesas. En caso es que se trata de un postre lácteo muy sencillo de preparar y que vale la pena hacer en casa, toda una delicia.
RACIONES: 4
DIFICULTAD: baja
TIEMPO: 45 minutos+frigo
CREMÊ BRÛLEÉ:
4 ud. YEMAS DE HUEVO
500 gr. NATA (crema de leche)
60 gr. AZÚCAR
1/2 VAINA DE VAINILLA
1/2 cdita. SAL
AZÚCAR PARA QUEMAR
1.- La cremê brûleé, la cocinaremos a baño maría en el horno. Por eso necesitamos una bandeja de un fondo suficiente para que al colocar en ella los molde, podamos rellenar de agua hasta más o menos media altura de los recipientes que vayamos a utilizar. Encendemos el horno a 160ºC e introducimos la bandeja elegida con, más o menos 3 dedos de agua. Esta cantidad será suficiente para los moldes que yo voy a utilizar. Comenzando por este paso, el agua ya estará caliente el el momento de colocar los moldes con el relleno, así ahorraremos tiempo.
2.- En una cazuela añadimos la nata (crema de leche) y las semillas y la vaina de vainilla. Calentamos unos minutos hasta que la nata (crema de leche) esté casi a punto de hervir y retiramos del fuego. Dejamos que se vaya aromatizando la nata (crema de leche) 10 minutos antes de pasar al siguiente paso.
3.- En un bol batimos las yemas con el azúcar y la sal. Batimos hasta conseguir una mezcla espumosa y blanquecina. Poco a poco añadimos la nata (crema de leche) a la que le habremos retirado la vaina de vainilla, sin parar de remover.
4.- Ponemos la mezcla de nuevo al fuego y, con una temperatura media o baja, removemos constantemente hasta que vemos que la crema empieza a espesar ligeramente.
5.- Vertemos la crema en los moldes elegidos y los colocamos en la bandeja con agua que tenemos en el horno ya caliente. Horneamos durante 30 minutos, retiramos los moldes y dejamos que se enfríen sobre una rejilla. Una vez fríos podemos guardarlos en el frigo de un día para otro.
6.- En el momento en que vayamos a consumir la cremê brûleé, retiramos la crema del frigo y espolvoreamos cada molde con azúcar. Con un quemador de cocina quemamos el azúcar de la superficie hasta que forme un caramelo y a disfrutar.