Uffff!!!! No siempre resulta sencillo encontrar el origen de una receta, en especial cuando se trata de una tan antigua, compleja y a la vez tan sencilla como ésta, cuya base es harina, leche y huevos.
Llámemosles, dependiendo del lugar donde se preparen, crepes, filloas, pancakes, tortitas, panqueques, panquecas, panicuques, hotcakes, griddlecakes, fapjacks…y quizás un largo etcétera, todas cocinadas en sartén o plancha, con forma de disco y hecha por las dos caras, que primordialmente se las conoce como “crepes”, palabra de origen francés que viene del latín “crispus” que significa ondulado. Palabra que ya se usaba en el siglo XIII y cuyo concepto era empleado en la repostería española desde la Edad Media, considerándolo una técnica repostera de la gastronomía sefardí.
Así pués, no sé a ciencia cierta dónde ni cuando nacieron las susodichas “tortitas”, sí he podido aprender que éstas estas están hechas con una combinación de ingredientes en proporciones iguales, por lo que son más gruesas; en cuanto a los “crepes” tienen una proporción menor de harina por lo que resulta más liquida y resulta así una masa más delgada.
Nunca me había atrevido a preparar crepes, hasta que los vi en mi maravilloso libro de recetas tradicionales thailandesas. Me llamó la atención, no sólo porque adoro los pequeños platanos thailandeses, sino por ver unos crepes hechos con leche y es que en Thailandia no hay productos lácteos, por lo que no sé si poner ésta receta como típica tailandesa o sencillamente no indicar nada en la entrada de la receta.
Pero para ser sincera en “Mi cocina”, he de decir que he seguido los pasos del libro “Cocina tailandesa” de la editorial Parragon, cuyos postres son en algunos casos una maravillosa fusión de Oriente y Occidente, quizás como los crepes, que como bien indican sus autores hay que disfrutar con calma.
El resultado: no sé si son "crepes" o "tortitas", me incluno más por ésta últimas, ya que me salieron "gorditas": mal hecho por mi parte añadir un poco más de harina, pensando que me habian salido muy liquidas, la inexperiencia me jugó una "regular" pero satisfactoria pasada.
¿Cómo lo preparé?
Para dos raciones: 110 gramos de harina, una cucharada sopera de azúcar moreno, un huevo, 225 ml.de leche, la ralladura y el zumo de un limón, 25 gramos de mantequilla, 2 plátanos pequeños pelados lógicamente y cortados en rodajas, 2 cucharadas soperas de sirope dorado (De la marca Lyle´s Golden Sirup).
Mezclar la harina con el azúcar y añadir el huevo y la mitad de la leche e ir batiendo hasta obtener una pasta fina.
Seguir removiendo incorporando poco a poco el resto de la leche.
Añadir la ralladura de limón.
En una sartén derretir un poco de mantequilla y echar la mitad de la pasta.
Mover la sartén para que la pasta recubra toda la base.
Freir el crepe unos minutos hasta que cuaje. Dar la vuelta y hacer por el otro lado.
Mientras rociar el plátano con el zumo de limón, echar encima el sirope y mezclar bien.
Colocar la crepe en un plato, colocar en el borde los plátanos y doblar la tortita en cuatro partes.
Servir calientes y disfrutarlas con calma.