¿Qué ingredientes necesitamos para hacer nuestras croquetas de calamares?
500 ml de leche, yo uso semidesnatada sin lactosa.
50 g de mantequilla.
75 g de harina blanca normal.
150 g de calamar limpio.
1/2 cebolla.
2 sobres de tinta de calamar (yo los compro en Mercadona).
2 huevos.
Pan rallado.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal.
¡Vamos a ver cómo se hacen!
Lo primero que vamos a hacer es picar la cebolla y pocharla a fuego medio.
Cortaremos los calamares en trozos pequeños y los añadimos a la cebolla hasta que estén bien doraditos. Reservamos la cebolla y los calamares.
Ahora haremos la bechamel. En una sartén a fuego medio-alto, derretimos la mantequilla y añadimos la harina. Removemos bien hasta que toda la harina se haya impregnado de la mantequilla.
En este punto vamos echando la leche poco a poco y removiendo constantemente hasta que la harina se disuelva y vemos que la mezcla se va espesando. Echamos sal al gusto.
Cuando veamos que ya tenemos la bechamel espesa, añadimos la tinta y mezclamos muy bien hasta que quede una masa negra. Sabremos que la bechamel está lista cuando pasemos la cuchara por el fondo de la sartén y veamos que se despega bien la masa.
Añadimos la cebollita y los calamares y removemos muy bien. Sacamos la masa y la echamos en una fuente lo más plana posible.
Cubrimos la masa con papel de cocina transparente. Pegaremos el papel a la masa para que no se forme esa capa superior más gruesa. Dejamos enfriar a temperatura ambiente como 2 o 3 horas y luego la llevamos a la nevera y la dejamos enfriar el resto de la noche.
Al día siguiente, sacamos nuestra masa del frigo y con una cuchara cogemos una porción y vamos haciendo bolitas con la mano.
Pasamos la bolita por los huevos batidos y la pasamos por el pan rallado. Y así con toda la masa.
Freímos las bolitas en abundante aceite a fuego alto y las dejamos en papel de cocina para retirar el exceso de grasa.
Y… ¡listo! Ya tenemos las croquetas hechas. Esta receta toma un poco de tiempo pero merece la pena. Además, si queréis guardar algunas, podéis congelarlas cuando las tengáis pasadas por huevo y pan rallado (sin freír) y duran bastante en el congelador. Así cuando queráis algunas sólo tenéis que sacarlas del congelador y freírlas. Fácil y sencillo.
Y si sois amantes de las croquetas…
Si lo vuestro son las croquetas, os dejo algunas recetas más de croquetas originales y deliciosas:Croquetas rosas de remolacha y queso de cabra.
De calabaza y nueces.
Con setas.
Recetón de croquetas de espinacas y piñones.
Y de jamón a las finas hierbas… ¡brutales!
¡Espero que os gusten mucho! Un abrazo grande.