Ingredientes:
- Un cuarto de carne de pollo del cocido.
- Un cuarto de cebolla.
- 3 vasos de leche.
- 3 cucharadas soperas de harina.
- 2 huevos.
- Pan rallado.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal.
Elaboración:
Lo primero que hacemos es la bechamel, para ello echamos el aceite en la sartén y ponemos la cebolla cortada en cuadraditos. Cuando ya le ha dado gusto al aceite se retira (aunque se puede dejar, aunque mi madre nunca lo hace). A continuación, echamos las cucharadas de harina, una a una para que se cocinen. Echamos los dos vasos y medio de leche, poco a poco para que la bechamel vaya cogiendo consistencia.
En la batidora echamos la carne de pollo con el medio vaso de leche que nos quedaba y lo batimos. Esto sirve para no encontrarnos trozos de carne de pollo en las croquetas, sobre todo se hace si tienes niños en casa, aunque se puede omitir.
Una vez que la bechamel se despega de las paredes de la sartén, se añade la sal y la mezcla que tenemos en la batidora. Le damos un par de vueltas y cuando veamos que está consistente, la sacamos y la dejamos enfriar.
Pasada una hora comenzamos a realizar nuestras croquetas con la forma que más os guste, en este caso mi madre las hace ovaladas. Se pasan por pan rallado, huevo y otra vez por pan rallado y se ponen a freír en abundante aceite caliente, puede ser en una sartén o en una freidora y ya están listas para comer. Es un bocado exquisito y muy barato que podéis utilizar en vuestras cenas con amigos. Por supuesto se pueden congelar así que podéis hacer muchas y tenerlas en el congelador para el día que no sepáis qué cenar sacar unas ricas y caseras croquetas.
Tiempo de preparación: 40 minutos.
Gasto: 2 euros.
Raciones: 15 croquetas (depende del tamaño).
Dificultad: Media.