Las croquetas resultan ideales para tomar como aperitivo, aunque también se pueden acompañar de patatas y una buena ensalada para hacer una comida completa. Y si sobran, se congelan una vez que estén rebozadas y se quitan del congelador unos minutos antes de freírlas.
INGREDIENTES
300 gr de pollo asado (sin piel, ni huesos)
200 gr de queso de cabra tierno
1/2 cebolla
100 gr de harina
800 ml de leche
nuez moscada molida
pimienta negra molida
sal
aceite de oliva suave
Para rebozar:
2 - 3 huevos batidos
pan rallado
harina
ELABORACIÓN:
1. En primer lugar, picamos el pollo menudo, a mano o en una picador eléctrica. Cortamos el queso en dados muy finos y reservamos.
2. Ponemos un chorro de aceite a calentar en una sartén (4 - 5 cucharadas). Cuando se caliente añadimos la cebolla picada finita y rehogamos. Agregamos la harina y cocinamos unos minutos removiendo para que no se pegue. Poco a poco, y removiendo constantemente con una varilla, vamos echando la leche. Debemos procurar que no queden grumos, aunque si nos queda alguno podemos pasar la batidora una vez que la bechamel espese.
3. Condimentamos la bechamel al gusto con la nuez moscada, pimienta y sal. Agregamos el pollo y el queso picados, damos unas vueltas para que se mezcle bien y retiramos del fuego.
4. Extendemos la masa de croquetas en una fuente para que se enfríe.
5. Damos forma a las croquetas y las rebozamos pasándolas por harina, huevo batido y pan rallado, en este orden.
6. Ponemos aceite a calentar en una sartén y freímos las croquetas por tandas. Las vamos colocando sobre papel absorbente para evitar el exceso de grasa.
¡Buen provecho!
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