Cuando pensamos en cocina de aprovechamiento siempre nos vienen a la mente las croquetas. Son un plato muy económico en el coste, pero requiere disponer de tiempo para elaborarlas. La realidad es que las croquetas que hacemos en casa no tienen nada que ver con las que compramos congeladas por mucho que nos diga su etiqueta que son caseras. Como nos gustan a todos, vale la pena hacer un pequeño esfuerzo y hacerlas en casa aprovechando el pollo asado que nos sobró el domingo. Se pueden hacer de jamón, queso, pollo, pescado, gambas, setas y todo aquello que nos podamos imaginar con una buena bechamel. Sea cual sea nuestra elección, el éxito está asegurado.
Estas croquetas que acabo de preparar están hechas con los trocitos de pollo asado (ver receta) que me van sobrando. Tengo una bolsa en el congelador donde guardo los trozos de carne de pollo ya limpios y los saco cuando quiero hacer croquetas. En el caso de querer hacerlas y no tener pollo asado, se pueden hacer pasando por la sartén unas pechugas de pollo aderezadas con un poco de sal y pimienta. Quedan también muy ricas.
Pinchando en la imagen, podrás ver la VIDEORECETA paso a paso.
Ingredientes:
Para la masa
350 g de carne de pollo asado
175 g de harina de trigo
1 litro de leche entera (admite 250 ml más)
1 cebolla grande
aceite de oliva (75 ml)
30 g de mantequilla
sal
pimienta
nuez moscada
Para el rebozado
huevos
pan rallado
Preparación:
Picar la carne de pollo ya cocinada en la picadora.
En una sartén sofreír la cebolla cortadita pequeña en el aceite de oliva. Cuando empieza a dorarse, colar el aceite y ponerlo en la cazuela donde haremos la bechamel. Esta cebolla la podemos guardar para añadir a un tomate frito casero. Añadir la mantequilla y la harina. Damos unas cuantas vueltas para tostar la harina y le añadimos la nuez moscada, la pimienta y la sal. Sin sacar del fuego, añadir la leche caliente, pero sin hervir, y remover enérgicamente con las varillas para que no se hagan grumos. Si se hicieran grumos, se pasa la batidora y quedará perfecta. Cuando la bechamel esté bien espesa, se aparta del fuego y se le añade el pollo picado. Si nos gusta la masa más blandita, se le puede añadir un poco más de leche a nuestro gusto. Se mezcla bien, probamos, rectificamos de sal y dejamos que se enfríe tapando con un papel film o una tapa para que no haga una capa seca.
Proceso para hacer la bechamel de las croquetas
Una vez fría la masa, con la ayuda de unas cucharillas de postre se toman trocitos de masa y se les da forma ovalada. Se pasa cada trocito de masa por el pan rallado, luego se pasa por el huevo batido y, para finalizar, por el pan rallado otra vez.
Cómo rebozar la masa de las croquetas
Luego a las podemos freír en abundante aceite bien caliente en freidora o sartén. Las sacamos dejándolas sobre un papel de cocina absorbente y listas para servir. Hay que tener cuidado de freír pocas a la vez para no bajar la temperatura del aceite y que no se abran.
Con esta receta te sobrarán croquetas para poder congelar. Para ello, lo mejor es colocarlas en una bandeja con una hoja de papel film y meterlas en el congelador. Al cabo de unas horas podremos sacarlas y guardarlas en una bolsa separadas para usar las que necesitemos cada vez que vayamos a freírlas.
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