Ingredientes:
1 muslo de pollo cocido (podeis usar de las sobras de una sopa, cocido…)
1 huevo
2 o 3 cucharadas de harina de avena
Pan rallado
Especias al gusto; pimienta negra, cayena, pimentón de la Vera, orégano…
Sal
Aceite de oliva
Preparación:
Primero separamos la carne del hueso. Picamos en trozos pequeños, con ayuda de un cuchillo.
En un bol batimos el huevo añadimos las especias al gusto, después el pollo y mezclamos. Seguido añadimos la harina y mezclamos hasta obtener una masa. Aquí la idea es que la masa la forma la propia carne del pollo, así que la mezcla puede quedar un poco pegajosa. Nos mojamos las manos y formamos bolitas con la masa, pasamos por pan rallado (este puede estar especiado para darle más sabor) y reservamos. Antes de cocinar metemos una 1 hora en la nevera o unos 30 minutos en el congelador.
Precalentamos el horno a máxima temperatura. Disponemos las croquetas sobre una bandeja de horno forrada con papel de hornear y las rociamos con un poco de aceite de oliva en spray. Horneamos hasta que queden doradas, unos 10-15 minutos. Hay que controlar bien el tiempo, y no alejarse del horno ya que podrían quemarse con facilidad.
Y ya estarían listas nuestras croquetas súper fáciles y sin freír. Se pueden tomar en ensalada, con nuestra salsa favorita o para acompañar cualquier plato combinado ¡Quedan crujientes y deliciosas!
Al prepararlas con harina de avena, no tiene que estar previamente cocinada ésta ya que el sabor no cambia como podría ocurrir con la de trigo o espelta, que si no se cocina si sabe a harina cruda.
¡Que lo disfrutéis!
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