Aquí os traigo una versión algo diferente del tradicional pastel de zanahorias. Y es que en esta ocasión lo he preparado con avena, harina integral y miel. Pero perfectamente puede usarse harina blanca (o mitad y mitad) y para endulzarlo en lugar de miel puede usarse azúcar moreno, azúcar blanca o stevia.
El sabor es maravilloso, la zanahoria y la miel le aportan dulzor, la avena lo enriquece nutricionalmente y lo ayuda a que gane en textura. Y por otra parte, las especias: jengibre, canela y nuez moscada hacen que se intensifiquen aun más los aromas. Como cobertura he elegido chocolate derretido por el contraste de sabores con el bizcocho. Pero podéis decantaros por un glaseado de limón o una cobertura de queso (pinchando en el link os llevará a la receta).
Un sencillo y facilísimo bizcocho que resulta ideal como desayuno o merienda (sobre todo para los más pequeños) ya que sus múltiples nutrientes ayudarán a afrontar las tareas diarias.
Como sugerencia, añadir que queda riquísimo añadiéndole coco rallado, o unos frutos secos picaditos, o unas uvas pasas… (Si optáis por incorporárselos, hacedlo cuando ya tengáis la mezcla preparada, justo antes de hornear). Enriquecen el sabor del bizcocho a la vez que aportan más propiedades nutricionales. Vamos a por la receta.
Ingredientes:
-2 tazas de zanahoria rallada
-1 taza de copos de avena
-1 taza harina integral (puede usarse harina blanca)
-4 huevos
-1/4 taza leche
-1/4 taza aceite
-1/2 taza de miel (puede usarse azúcar blanca)
-1/2 cucharadita jengibre rallado (ó 1 cucharadita jengibre en polvo)
-1 cucharadita de canela
-1 cucharadita nuez moscada
-1 sobre de levadura en polvo
-150 gr. chocolate fondant
Preparación:
Precalentamos el horno a 180º y comenzamos a hacer el bizcocho. Separamos las yemas de las claras y éstas últimas las reservamos. Batimos las yemas con el azúcar hasta que estén espumosas. Añadimos la avena, la leche y trituramos. Incorporamos la zanahoria y el aceite e integramos el conjunto. Vertemos la harina con la levadura previamente cernidas y las especias (canela, jengibre y nuez moscada). Batimos hasta mezclarlo todo. Finalmente montamos las claras a punto de nieve e incorporamos a la mezcla con movimientos envolventes. Vertemos sobre un molde previamente engrasado y horneamos 50 minutos o hasta que veamos que está cocido (lo comprobamos pinchando con un cuchillo, si sale limpio significa que esté en su punto). Dejamos templar y desmoldamos.
Para la cobertura, derretimos el chocolate al baño maría, lo vertemos sobre el bizcocho y dejamos que se solidifique.
¡Dedícate tiempo, disfruta cuidándote!