Ufffff ..... casi un mes sin publicar!. Este bizcocho ha costado mucho sacarlo adelante, varios intentos fallidos, uno detrás de otro, y si no sale perfecto, yo prefiero no publicar la receta. Al fin y al cabo, este es mi cuaderno de recetas, así que no vale de nada que publique algo que ni me gusta ni voy a volver ha hacer.
Trabajar con la avena no es fácil, pero yo estaba especialmente empeñada en que este bizcocho saliera bién y poder repetirlo cada vez que me apetezca. ¿Por qué? Porque la avena es muy sana y a mí, personalmente, me encanta. Es buenísima para el pelo y las uñas, regula el nivel de azúcar en sangre, disminuye el colesterol, ayuda contra la osteoporosis, tiene mucho hierro, .... en fin, no se trata de comer todos los días bizcocho de avena, pero sí de hacer uno a menudo. Podeis echar un vistazo en internet a las propiedades que tiene este cereal y os sorprendereis.
Digo que no ha sido fácil sacar la receta porque he ido probando varias de las que iba encontrando por la red y ninguna me convencía. El truco más importante ha sido convertir los copos de avena en harina, porque utilizando los copos, tal cual vienen en el paquete, el bizcocho quedaba como un engrudo. También, hallar la proporción correcta entre harina de trigo y harina de avena, ha sido una árdua labor. Finalmente, el azúcar moreno y la miel le dan un color y un sabor meloso.
Espero que os guste y lo disfruteis tanto como yo.
Ingredientes:
180 gr. de harina de repostería (harina para bizcochos)
120 gr. de copos de avena (o harina de avena)
50 gr. de azúcar blanquilla
100 gr. de azúcar morena
125 gr. de aceite de girasol
50 gr. de miel
50 gr. de nueces peladas y partidas a trocitos
1 sobre de levadura tipo Royal (15 gr.)
3 huevos
3 manzanas golden
canela en polvo
ralladura de medio limón
2 cucharadas de mermelada de albaricoque
Elaboración:
Encender el horno a 180º, calor arriba y abajo.
Preparar un molde desmontable de 26 cm., untarlo con un poco de mantequilla y enharinarlo. Yo le pongo un círculo de papel de horno en el fondo.
Triturar los copos de avena en la Thermomix o en cualquier batidora eléctrica hasta convertirlos en harina, o comprar harina de avena. Juntar en un bol la avena, la harina de repostería, la levadura, una pizca de sal y una cucharadita de canela en polvo. Agrega las nueces picadas y mezcla todo.
Si tienes la Thermomix:
Echas en el vaso el azúcar blanquilla, el azúcar moreno y la cáscara de medio limón. Glaseas unos segundos en velocidad 10. Añades los huevos y programas 3 minutos, 40 grados y velocidad 4. Cuando finalice, incorpora 2 manzanas peladas y cortadas en cuartos. Trituras en velocidad 6 unos segundos. Agregas el aceite de girasol y la miel y mezclas.
Vuelcas este batido en el bol de la harina y mezcla todo con una espátula. Echa el contenido en el molde desmontable preparado.
Pela la manzana restante y corta en cuartos y éstos en rodajitas finas. Distribúyelos en filas por la superficie del bizcocho. Espolvorea la superficie con una cucharadita de azúcar moreno. Hornear el bizcocho durante 45 minutos.
Sacar del horno, dejar enfriar un poco, desmoldar y pincelar bién toda la superficie con la mermelada de albaricoque calentada unos segundos en el microondas.
Si no tienes la Thermomix:
Pela 2 manzanas y tritúralas en una batidora hasta hacerlas puré. Reserva aparte.
En un bol y con un batidor de varillas eléctrico, bate los huevos unos 3 minutos. Agrega el azúcar blanquilla y el azúcar moreno. Sin dejar de batir vas añadiendo el puré de manzana, la miel, la ralladura de medio limón y el aceite de girasol.
Cuando esté todo bien mezclado, junta este batido con la harina y mezcla con una espátula. Vuelca en el molde preparado.
Pela la manzana restante, la cortas en cuartos y éstos en rodajitas. Las distribuyes por la superficie y espolvorea con una cucharadita de azúcar moreno. Hornear el bizcocho durante 45 minutos.
Sacar del horno, dejar enfriar un poco, desmoldar y pincelar bién toda la superficie con la mermelada de albaricoque calentada unos segundos en el microondas.