Ya si que han bajado las temperaturas, así que encender el horno no cuesta nada. Yo soy muy fan de la bollería casera, me encanta ver cómo se comportan las masas en cada momento, y en este caso la preparación era un poco diferente a lo que estoy acostumbrada, por lo que esta receta me conquistó cuando la vi en el blog italiano Giallo Zafferano. Después del primer levado la masa se estira y se introduce el relleno de cacao, y a partir de ahí hay que hacer una serie de plegados en la masa con un intervalo de refrigerado en la misma. Pero no os preocupéis que os lo explico con fotos en el paso a paso.
INGREDIENTES:
Para la masa:
300 gr. de harina de fuerza (o gran fuerza)
2 gr. de levadura instantánea de panadería (podéis sustituirla por 8 gr. de levadura fresca de panadería)
1 huevo mediano
1/2 cucharadita de esencia de vainilla
120 gr. de azúcar (en la receta original llevaba 80, pero a mi estas masas me gustán más azucaradas)
125 ml. de leche entera (yo le puse buttermilk que me quedó al hacer la mantequilla casera)
50 gr. de mantequilla (la mía casera, receta aquí)
Para el interior:
100 gr. de mantequilla
10 gr. de harina
15 gr. de cacao en polvo
1/2 cucharadita de esencia de vainilla
PREPARACIÓN:
Disolvemos el azúcar y la levadura en el buttermilk. Ponemos en el bol de la amasadora, junto con el huevo y la esencia de vainilla. Mezclamos. Empezamos a añadir la harina y amasamos hasta integrar todo. Después añadimos la mantequilla. Amasamos durante 5 minutos y después dejamos reposar otros 5 minutos. Seguimos amasando hasta que veamos que las masa se despega de las paredes del bol. Aceitamos un bol e introducimos dentro la masa, tapamos con film transparente y dejamos hasta que doble su volumen en un lugar alejado de corrientes de aire.
Preparamos durante ese tiempo el relleno, mezclando la mantequilla con la vainilla, harina y el cacao. Cuando consigamos una mezcla densa introducimos entre dos hojas de papel vegetal y hacemos con un rodillo un rectángulo de 10x15 cm. aproximadamente. Llevamos a la nevera durante unos 20 minutos mínimo.
Extendemos la masa en un rectángulo de 22x15 más o menos. Sacamos el relleno de cacao y ponemos encima. Cerramos con los extremos de la masa y pasamos el rodilllo de nuevo, hasta conseguir un rectángulo 25x30. Doblamos cada extremo hacia el centro y después doblamos la masa sobre si misma. Aplanamos un poco y envolvemos en film transparente. Llevamos a la nevera media hora más o menos.
Sacamos y extendemos en el mismo sentido del último pliegue, consiguiendo un tamaño de 50x20. Cortamos los extremos para dejar el rectángulo lo más perfecto posible y luego dividimos la masa en dos trozos de 25x20. Vamos enrollando por el lado más corto, presionando bien para cerrar el rollo y luego cortamos cada rollo en cuatro. Engrasamos moldes de aluminio de flanes e introducimos cada rollito dentro. Dejamos durante diez minutos a temperatura ambiente la masa. Mientras, precalentamos el horno a 180º.
Introducimos los moldes dentro y dejamos hornear durante unos 25 minutos. Entonces sacamos del horno y dejamos sobre una rejilla fuera del molde. Esperando que se enfríen totalmente.
Desde luego que es una gran forma de empezar el día con estos rollitos de brioche al cacao que harán las delicias de todos los de casa.
Feliz martes.