Para forrar el pastel he usado barquillo y como relleno una tarta de cuajada y queso fresco batido por supuesto con mermelada de fresa por encima :) La mermerlada la he hecho casera pero por supuesto puede ser comprada, aunque el sabor no tiene nada que ver.
El resultado es una tarta muy muy ligera que se puede comer sin remordimientos y entrea muy bien sobre todo fresquita. Si se quiere un relleno más cremoso sustituir el queso fresco batido por un queso crema o mascarpone.
Ingredientes (molde de 750ml cuadrado):
250 ml de leche entera
200 ml de queso fresco batido desnatado
2 sobres de cuajada
8 cucharadas de azúcar blanco
200 gr de fresas en trocitos
un chorro de limón
barquillos
Tiempo: 30 minutos + 6h de reposo
Preparación:
En 125ml de leche deshacemos los dos sobres de cuajada, por otro lado calentamos 125 ml de leche y cuando empiece a hervir echamos la mezcla de la cuajada y volvemos a dejar que hierva. Separamos del fuego y ponemos 3 cucharadas de azúcar y el queso fresco batido. Mezclamos bien y echamos en el molde. Dejamos reposar en el frigorífico al menos 6 horas hasta que está cuajado.
Por otro lado hacemos la mermelada a fuego lento en un cazo con 5 cucharadas de azúcar y el chorro de limón hasta que veamos que las fresas empiezan a deshacerse. Dejamos enfriar.
Os recomiendo que montéis la tarta al día siguiente con la mermelada y el relleno bien frío. Para montar la tarta primero desmoldamos el relleno, colocamos los barquillo alrededor y por encima ponemos una capa de mermelada de fresas. Para una merienda un día de calor es estupenda!
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