Unos desayunan con diamantes, y nosotros la semana pasada desayunamos con unas vistas expectaculares, en un entorno muy especial y emblemático en Mallorca, Hotel Hospes Maricel.
Fue uno de los regalos de los Reyes Magos que al final decidimos esperar para disfrutarlo en familia; un día especialmente caluroso como no podía ser menos en Agosto y en Mallorca, aunque se hubiera agradecido un poquito de esa brisa de la que el camarero hacía alarde y que suele estar visible en la terraza (ese día como podéis ver el mar estaba plana, plana, la brisa no hizo su aparición...)
El Mejor desayuno del mundo es un menú degustación que consta de siete platos y con una duración de unas tres horas.
Empezamos con unos zumos digestivos, a degustar primero el de manzana, de albaricoque y por último el de mora.
Vasitos de fruta en variadas maceraciones, yogures, arroz con leche, chocolate, merenguitos...
Mantequilla con trufa, al curry, de nutella blanca, mermelada de rosas, para untar en diferentes tipos de pan tostado.
Empezamos con lo salado, pincho de tortilla, ravioli frito, gazpacho de fresas, chistorra con pasta katafi, sanwiched biquini, mini bocata con ibérico...
Un desayuno sin huevo? Nooo... huevo a baja temperatura con puré y verduritas, acompañado con una copa de vino blanco, un verdejo bien fresco.
Ya han pasado mas de tres horas y llegamos al final con la repostería, el café, y unos chupitos digestivos, solo nos faltó un poquito de brisa que acercándonos a las 13,00 h. seguía sin aparecer, por lo que os recomiendo, si podéis, disfrutar del mejor desayuno del mundo cuando la susodicha esté un poco mas presente, ahh, y reservar con antelación!
Os dejo con esta imagen para que disfrutéis de las vistas, en un entorno precioso, con mi familia y con la barriga llena , jajaja (como dirían mis padres), - ¿que mas se le puede pedir para ser feliz? -por pedir, que durará un poco mas... pero lo dejaremos grabado en nuestras retinas.