"Desayuno con Diamantes" es más que una película. Es una obra de Truman Capote que sin duda ha traspasado fronteras y según he comprobado, dulcificado en la versión cinematográfica. Sin embargo, todos asociamos esta obra a Audrey Hepburn, con su mirada de ángel y el glamour y distinción que le caracterizan, frente a un escaparate de una costosa tienda neoyorkina con café take-away, croissant en mano y ataviada con un Givenchy, gafas negras, peinado alto y collar de perlas.
Ella es una de mis actrices favoritas de siempre. Convertida en un icono o mito al estilo Marilyn, aunque sin sobrepasarla a mi entender, siendo una figura atemporal del cine, la moda o el altruismo. Todas soñamos con ser princesas mientras iba en vespa con Gregory Peck en "Vacaciones en Roma" o nos vimos divididas entre dos amores con "Sabrina".
Volviendo al escaparate de Tiffanys y haciendo una comparación con cualquier escaparate que anhelemos, creo que es algo que sucede muchas veces a lo largo de nuestra vida. ¿Quién no se ha parado alguna vez ante una vitrina que nos fascina, un vestido soñado o unos dulces? Quizás sea metáfora de lo inalcanzable, como bien figura Truman Capote en la versión escrita. Pero es algo que tenemos tan lejos y a la vez tan cerca en espacio que no podemos evitar soñar con ello.
Mi inspiración me llevó a crear un desayuno especial para la ocasión que nos gustaría disfrutar más de una vez en una mañana de domingo o día especial.
Lo he compuesto de dos elaboraciones: los cornetti italianos, un clásico de la colazione o desayuno italiano, haciendo homenaje a los famosos croissants de la película y unos mini victoria sponge cakes. Dulce típico de Reino Unido en homenaje a la reina Victoria pero en su versión mini y más glamourosa, con deliciosa mermelada de fresa y nata (crema de leche) recién montada a la vainilla. Lo acompañamos de un clásico café y creedme, después de este desayuno sabes que te espera un buen día.
Os detallo a continuación las recetas para que podáis prepararlo en casa. Comenzamos con los cornetti. ¡Vamos a la cocina!
Ingredientes:
-400 grs. harina de fuerza
-200 grs. leche
-20 grs. levadura fresca
-80 grs. mantequilla
-50 grs. azúcar
-9 grs. miel
-1 cdta. sal
-200 grs. mantequilla para laminar
*huevo pintado y leche para pintar y fideos de chocolate para decorar
Decoramos con las servilletas classic Rose de Renova
Preparación:
Comenzamos mezclando rápidamente el prefermento: la leche tibia, con la levadura y una cucharada de azúcar. Dejamos reposar unos 10 minutos.
En una amasadora, añadimos la mezcla anterior junto a la harina, el azúcar, la miel, la mantequilla y la sal. Amasamos hasta que obtengamos una masa suave y elástica.
Llevamos a la nevera 1 hora. Por otra parte, haremos un rectángulo con la mantequilla para laminar. Lo estiramos entre dos hojas de papel film y lo llevamos a la nevera a enfriar igualmente.
Estiramos nuestra masa en forma de rectángulo, ponemos la capa de mantequilla en el centro y lo cerramos hacia el centro como si fueran dos tapas y luego lo cerramos en forma de libro. Estiramos un poco con el rodillo y llevamos a la nevera 1 hora.
Luego haremos un cuadrado que estiraremos en forma de rectángulo de 18x20 cm. Cortamos tiras de 10x20 cm. De cada una de esta tiras, cortamos dos unidades en diagonal con ayuda de un cortapizzas.
Pintamos con huevo batido y leche antes de levar, decoramos con fideos de chocolate y horneamos a 180 grados unos 20 minutos. Retiramos cuando estén dorados en la base. Dejamos enfriar en una rejilla y conservamos en recipiente hermético un par de días.
A continuación, seguimos con la receta de los mini Victoria. Si aún no los has probado te van a encantar. Sigue leyendo que te cuento qué necesitas. ¡Verás qué delicia!
Ingredientes:
- 4 huevos
- 225 grs. azúcar
- 225 grs. harina
- 2 cdtas. levadura royal_postres
- 1 cdta. vainilla
- 225 grs. mantequilla punto pomada
- 300 ml. nata (crema de leche) para montar + 40 grs. azúcar glass
- mermelada de fresa
- fresas para decorar
Iniciamos batiendo la mantequilla en punto pomada con el azúcar hasta que blanquee. Añadimos la vainilla. Luego es el turno de los huevos, los añadimos batidos y en varios pasos. Continuamos con la harina y levadura tamizadas que agregaremos también poco a poco.
Podemos intercalar la harina con el huevo batido para que se vaya integrando. No batir en exceso. Vertemos en moldes de flan de aluminio rellenando a 3/4 de su capacidad.
Horneamos 20- 25 min. a 180 grados. Dejamos enfriar en rejilla. Cortamos a la mitad.
Montamos la nata (crema de leche) con el azúcar. Decoramos con mermelada de fresa en la base y nata montada (crema de leche) con manga encima. Espolvoreamos azúcar glass y decoramos con fresas en cuartos.
¿Qué te pareció el desayuno? ¿Vendrías a desayunar a casa? Creo que hay ocasiones especiales o sencillamente un desayuno como éste te hace sentir especial.
Hagamos realidad sueños de este tipo que podemos dar forma en nuestra cocina. Fue muy bonita experiencia y me encantó compartirlo con mis seres queridos.
Es un homenaje personal a un clásico del cine y a mí misma, porque representa unas pinceladas del mundo que tengo en mi cabeza y que expreso a través de mis postres y decoraciones.
Si os han gustado estos últimos pastelitos, podéis encontrar la versión en pastel del Victoria Sandwich en el recetario. Contadme si os animáis a probar alguna receta o si la conocíais.
Vuelvo pronto con más recetas e historias por contar.
Un abrazo a todos.
Maribel García