Una de las cosas que más me gusta para acompañar con el queso, es el dulce de membrillo, pero el casero, porque aunque hay algunos muy buenos que podemos adquirir en la tienda y por precio muy reducido, la verdad es que donde esté el hecho en casa que se quite lo demás.
Pero es dificil hacer dulce de membrillo, sobre todo porque es una fruta muy de temporada (otoño). En Asturias, aprendí que no sólo se puede hacer dulce de membrillo sino que también se podía hacer con manzanas, que tienen la ventaja de estar disponibles todo el año. De hecho, tomé uno de los dulces de membrillo más ricos que había tomado en mi vida en una casa rural del Oriente, y no dejó de sorprenderme la mirada picarona que la cocinera me lanzaba cada vez que yo repetía lo rico que me sabía. Tiempo después entable cierta relación con aquella mujer que me confesó entre risas, que era dulce de manzana y no de membrillo. Me enseñó a hacerlo (al igual que otras muchas recetas que aun no han aparecido por aquí y que pretendo recuperar con tiempo) y hoy os traigo yo esta receta, tanto en vídeo como en lectura. Y ya me diréis si os gusta. Eso si, os conviene armaros de paciencia, porque la elaboración es muy lenta
Ingredientes
2 kilos de manzana golden o reineta
300 gramos de azúcar
Preparación
Lavamos las manzanas, las pelamos y las cortamos en trozos grandes. Las ponemos en una cazuela y cubrimos con agua las manzanas. Ponemos a cocer hasta que la manzana este bien cocida y el agua evaporada casi al completo. Retiramos del fuego.
Trituramos la manzana y mezclamos con el azúcar. Volvemos a poner a cocinar a fuego medio-bajo, removiendo a menudo con una cuchara de madera. Hay que dejarlo tanto tiempo como necesite (de dos a tres horas) hasta que tome un color dorado bonito y la consistencia del dulce sea fuerte. Una forma de saber que ya hemos terminado es si al remover con la cuchara de madera, el dulce apartado no vuelve a ocupar su sitio, es decir, se queda despegado del fondo de la cacerola.
Cuando ya tenga el punto óptimo lo sacamos de la cacerola y lo vertimos en un molde y lo dejamos enfriar. Una vez que haya perdido el calor se mete en el frigorifico unas seis horas, y lo tendrás listo para comer.
A ver si os gusta tanto como a mi el falso membrillo y auténtico dulce de manzana.