La primera receta de la nueva temporada es la del reto #reposterasporeuropa que organizo todos los meses. Después del parón vacacional aterrizamos en Francia. Este destino lo eligió Sílvia del blog Equilibra"t & Noma Cake"s.
Al enterarme del destino, lo primero que se me vino a la cabeza como típico y muy actual los macarons. Ainsssss hueso duro de roer para mí, con lo complicado y difícil que son de hacer, dar con la textura buena, etc ... Así que tal como me vino a la mente se esfumaron y apareció una nueva imagen, los Éclairs. Los veía más al abasto de mis posibilidades reposteriles y me embarqué en la aventura.
El origen de los Éclairs se remonta al siglo XIX en Francia. Se cree que el primer repostero que los cocinó fue Marie-Antoine Carême, muy famoso entre la corte francesa.
El nombre original en francés éclair significa ?relámpago?. Se cree que el bollo recibió en francés este nombre por la forma en la que brilla cuando es cubierto con el glaseado. En Cataluña no se suele glasear sino que se espolvorea de azúcar glass.
El éclair es un bollo fino hecho con pasta choux, a la que se da forma alargada y se hornea hasta que queda crujiente y hueco por dentro. Tradicionalmente se rellena de nata (crema de leche), crema, trufa, ... y se suele glasear con chocolate.
También es conocido, entre otros nombres, por: pepito, suso, petisús, ... Y es la misma masa que la popular lionesa, con la diferencia de la forma que tiene final, ya que esta última es redonda.
En un cazo ponemos a hervir el agua, la leche, la mantequilla y la sal. Cuando rompa el hervor, echar la harina de golpe y remover hasta que se desprenda de las paredes del cazo. Retirar del fuego.
Ahora incorporar los huevos uno a uno, y remover. No incorporar un huevo hasta que el anterior esté totalmente integrado. Conseguiremos una masa brillante.
Poner la masa obtenida en una manga pastelera con boquilla rizada y si es lisa, después con un tenedor rallaremos un poco el bollo antes de hornearlos.
Precalentar el horno a 200º. Mientras tanto sobre un papel vegetal ir haciendo una especie de churros más o menos de unos 5 cm y separados entre sí porque al hornearlos crecen.
Bajar la temperatura a 180º y hornear durante unos 15 minutos.
Mientras tanto podéis ir montando la nata (crema de leche) o preparar vuestra crema preferida.
Dejar enfriar los ecláirs, abrir con cuidado y rellenar al gusto.
Si queréis podéis poner glaseado por encima o adornar con azúcar glass.