La receta ideal para este caso era la de los éclairs o palos, ya que no lleva dulce en la masa, sólo en el relleno. Y como tenemos a una persona diabética en la familia y el lunes en Cataluña toca mona, le hemos preparado un postre bien apetitoso que quede a la altura de una buena tarta, pero ligero y sin azúcar.
La masa es la misma que para los buñuelos de viento, un clásico.
Vamos allá.
Ingredientes para unos 15-18 palos pequeños:
- 250 ml de agua
- 75 gr de mantequilla
- 125 gr de harina floja
- 4 huevos medianos
- 1 pizca de sal
Para el relleno:
- 250 ml de nata (crema de leche) líquida para montar
- 100 gr de chocolate negro de cobertura sin azúcar
Para la decoración de cobertura:
- 50 gr de mantequilla
- 50 gr de chocolate negro de cobertura
Preparación:
Ponemos un cazo con el agua, la sal y la mantequilla al fuego. Lo llevamos a ebullición y, cuando se haya derretido la mantequilla y empiece a hervir la mezcla, la apartamos del fuego.
En ese momento le añadimos de golpe la harina, y removemos con una cuchara de madera hasta que se forme una masa que se despegue de las paredes del cazo.
Ahora le iremos añadiendo los huevos de uno en uno e incorporándolos a la masa. Cuando la masa sea fina la reservaremos y la pondremos en una manga pastelera con una boquilla grande de estrella cerrada.
Ponemos a precalentar el horno a 150º C.
Sobre una placa de horno ponemos un papel vegetal. Ahora iremos haciendo unos “churros” de unos 12-15 cm con la manga pastelera colocada a unos 45º respecto a la placa, apretando un poco la masa para que queden anchos. Los dejamos con una separación de unos 5 cm entre ellos porque luego crecerán.
Los llevaremos al horno unos 40 minutos y luego los dejaremos unos 10 minutos más con la puerta cerrada. Después los dejaremos enfriar.
Para el relleno haremos una trufa con nata (crema de leche) de montar y chocolate de cobertura. En este caso el chocolate es éste, que está riquísimo, pero podéis usar cualquiera sin azúcar.
Ponemos la nata (crema de leche) a calentar en un cazo con unas gotas de edulcorante líquido y, antes de que hierva, la apartamos del fuego. Entonces le añadimos el chocolate y lo mezclamos hasta que se funda bien.
Dejaremos enfriar la mezcla, llevándola luego a la nevera hasta que esté bien fría. Entonces la montaremos con la batidora de varillas, y ya tendremos la trufa. La pondremos en la manga pastelera con la misma boquilla que para hacer los palos e iremos rellenando los éclairs, que hemos abierto a lo largo.
Por último nos falta la cobertura de encima. Para ello fundimos la mantequilla y le añadimos el chocolate troceado. Lo mezclamos hasta que se haya fundido e incorporado bien. Con esta cobertura finalizaremos los éclairs, repartiendo una pequeña cantidad por encima de cada uno y dejándolos enfriar en la nevera.
Y ya está, un rico postre de trufa y sin azúcar.
¡Que aproveche!