Está abierto los 7 días de la semana, comidas y cenas y una carta con platos que rondan los 20-25€. Es un ambiente cálido adecuado para ir en pareja o en familia, a un piso por debajo de la calle, con dos pequeños salones y una decoración rústica.
Fuimos 9 amigos, todos stagiersde Mugaritz, para disfrutar de la buena comida en nuestro único día libre; nos decidimos por el menú degustación de 6 platos por 42 € que nosotros mismos maridamos con un Guitian Valdeorras Gallego blanco y un Pétalos del Bierzo tinto.
Aperitivo de láminas de patata y gazpacho de sandía
Ideal un gazpacho refrescante para abrir el apetito
Lasaña de anchoas
Boquerones en vinagre (parece ser que aquí se llaman anchoas de todas formas) intercalando con láminas finísimas de pasta fresca y diferentes verduras. Deliciosa, ligera y muy sabrosa, aunque el sabor avinagrado tenía mucho protagonismo. Los pimientos rojos le quedaban perfecto.
Huevos a baja temperatura con crema de emmental y bacon
El bacon no lo ví, eso esa jamón. Una buena combinación con el queso y la neutralidad de la patata en la base. Los huevos estaban perfectos.
Lomo de merluza a la plancha con vinagreta de cítricos
El pescado en su perfecto punto. el toque cítrico le iba muy bien, aunque para mí demasiado potente. Para la mayoría fue el plato estrella
Entrecot de vaca asado con patatas sufflé y crema de ajo
Las patatas sufladas perfectas aunque sin escurrir el exceso de aceite, la crema muy potente iba genial con los demás elementos, y el entrecot bien hecho
Torrija caramelizada en la sartén con helado casero de queso
Postre sencillo y sin pretensiones, buenísima torrija de sartén (como la del concurso!!!) aunque la parte del centro estaba un poco seca, y un helado espectacular (un poco fundido por el plato caliente...)
Fresas naturales con crema de mascarpone y galleta de regaliz
Rico sin más, el helado muy bueno, la crema estaba casi caliente, y el regaliz no se notaba
Petit Fours. Financiers neutros y de chocolate
A pesar de que cenamos muy a gusto el servicio fue algo lento, sobre todo al principio, y hubo algunos pequeños fallos como servir los postres fríos en platos calientes o la carne en un plato frío.
Terminamos pagando 55€ por cabeza, teniendo en cuenta todo el menú, las botellas de agua y vino, los cafés y unos mini financiers de acompañamiento. Tuvieron el enorme detalle de invitarnos a los cafés después de haberles informado que veníamos de Mugaritz.
La verdad es que salimos todos muy a gusto, un lugar para venir más veces y probar cosas nuevas con una buena RQP en el centro de Donosti, para luego ir a tomar una copa con vistas al mar. Sencillo, barato y saciante.
Y vuelta a Mugaritz ¡una semana más!
Muchas gracias por llegar hasta aquí y un besito enorme!!