Además de su uso culinario, el orégano posee propiedades terapéuticas, por lo que se emplea en el tratamiento de un gran número de dolencias y enfermedades. Esta utilidad se debe a los altos niveles de calcio, hierro, potasio, zinc, cobre, magnesio, boro y manganeso que contiene. Es también portador de vitaminas A y C.
No debemos confundir esta hierba con la mejorana (origarum majorana), la cual posee un sabor dulce, frente a la intensidad de su variedad silvestre, el origarum vulgare. Los principales proveedores de este condimento son Turquía, Albania, Grecia, Marruecos, Egipto, Chile, México y Perú. Su uso se remonta a la antigüedad, los egipcios encontraron en esta planta un potente afrodisíaco. El término orégano significa "alegría de la montaña".
En la cocina...
Las hojas de orégano las podemos utilizar tanto frescas como secas, es en este caso cuando más gusto y aroma proporcionan. Su sabor posee un ligero toque amargo, si probásemos la hierba en su aspecto más silvestre podría llegar incluso a adormecernos la lengua.Sin embargo, los cultivos de esta planta, que han sido adaptados a los distintos climas donde se siembra, poseen una textura más suave.Si hay una cocina que venera el orégano, ésa es la italiana. Cuando damos un paseo por los distintos platos que ofrece esta cultura, observamos cómo el uso de esta hierba es mayoritario.
Desde la pasta hasta los platos con toques picantes incluyen el característico sabor de este condimento, sin olvidarnos de la pizza. Esta aromática compite con la albahaca, que ocupa también un lugar preferente en la elaboración y acompañamiento de alimentos en este país. Su aprovechamiento se está expandiendo a otras cocinas de mundo: la española, la griega o la francesa, entre otras.
Podemos combinar el orégano con otras hierbas aromáticas, especialmente, con perejil, romero, ajedrea, salvia o tomillo. Antes de ponernos a cocinar con estas especias, debemos recordar que un uso abusivo de las mismas puede arruinar nuestros guisos. Debemos optar por un toque suave que proporcione el sabor en su justa medida.
Entre los alimentos que mejor combinan con el orégano encontramos la pasta y la pizza, pero además esta hierba es una gran aliada para dar un nuevo sabor a las salsas, por ejemplo a la de tomate, y a las ensaladas. Para sorprender al paladar, acompañaremos huevos y quesos con este condimento. Pero siempre podremos innovar con nuevas mezclas: los guisos más tradicionales de pescados, verduras y, por supuesto, carnes, tendrán un nuevo compañero si incluimos unas hojitas de esta planta.
Aceite de orégano
Esta presentación de la hierba aromática se utiliza, principalmente, en cuestiones terapéuticas, contra enfermedades y dolencias variadas. Con ella, podemos tratar diarreas, indigestiones, picaduras de insectos, molestias bucales, otitis, reumatismos, afecciones respiratorias como la bronquitis o eczemas.No sólo es útil en el tratamiento de personas, también se destina a eliminar hongos en las plantas ya que es un potente antifúngico natural. Todas las hierbas pertenecientes a la familia del orégano se caracterizan por ser los más potentes antioxidantes que podemos encontrar.
A pesar de todo, existen situaciones en las que no se recomienda su consumo, en cualquiera de sus presentaciones, por ejemplo, durante el embarazo, ya que podría provocar un aborto. Tampoco se pueden ingerir más de cinco gotas de este preparado ya que puede tener efectos narcóticos. Su uso es también negativo en personas que padecen anemia. Para conseguir de 15 a 30 litros de aceite, se necesita, nada más y nada menos que, una tonelada de la planta.
Recetas recomendadas:
Cintas a la boloñesa con setas
Rollitos de carne
Filetes de atún a la parrilla