Ya no queda nada para la semana santa, y aunque en mi casa no somos muy seguidores de esta festividad, si que lo somos de sus recetas jeje.
Hoy me gustará haberos presentado una de esta recetas, pero el primer intento no ha sido como esperaba y me he quedado sin tiempo para repetirla a tiempo :). Pero os prometo que os recompensaré el jueves que viene.
De todas formas os dejo otra receta que estoy segura que os encantará. Se trata de unas empanadillas algo diferente ya que a José, mi pareja, no le encantan las típicas empanadillas que se hacen en mi familia como son las empanadillas de queso y las empanadillas de atún, tomate y huevo duro.
Por ello se nos ocurrió esta modificación y la verdad que quedamos super contentos con el resultado, ¿Y a vosotros qué os parecen?
INGREDIENTES (para 12 empanadillas):
Masa de empanadillas
2 salchichas
200 ml de tomate frito
50 gr de queso rallado
1 cucharadita de oregano MODO DE HACER:
Primero debemos hacer la masa de las empanadillas y dejarla reposar la masa media horita. Os dejo el link por aquí de la receta de la masa de empanadillas, o si lo preferís podéis comprar la masa ya hecha, aunque a mi me gusta mucho más la casera.
A continuación, cortamos las salchichas en taquitos pequeños y las mezclamos con el tomate frito y el queso rallado. Reservamos.
Finalmente, formamos las empanadillas estirando bien la masa con un rodillo enharinado, ponemos una cucharadita de nuestra mezcla en el centro, mojamos con un poquito de agua los alrededores de la masa, cubrimos la mezcla con la masa de las empanadillas, cortamos la forma que queramos y sellamos los bordes con ayuda de un tenedor.
Si lo preferimos, podemos refrigerar un poquito las empanadillas ya formadas en el frigorífico, para después freírlas en abundante aceite caliente hasta que esté doradas, y ¡¡YA ESTÁN LISTAS PARA TOMAR!!