La imaginación es el límite en la cocina.
Y la imaginación debe volar libre, sobre todo si se tiene que adecuar a los gustos de los comensales o a los ingredientes de los que se dispongan en un momento determinado, sobre todo a la hora de cocinar.
Quienes me conocen personalmente saben que me encanta la cultura oriental, que adoro los gustos, sabores y olores de su gastronomía, ya sea la cocina china, japonesa, hindú y tailandesa sobre todo, ya que son las que he llegado a conocer y a disfrutar incluso en los países de origen oriental. Suelo decir que si realmente existe la reencarnación en vidas anteriores he tenido, sin lugar a dudas, algo que ver con dichos países.
Pero a mi familia es la cocina china las que prefieren sin lugar a dudas, no es que les guste, es que realmente les apasiona. Es por ello que en muchas ocasiones, casi sin darme cuenta, ?fusiono? estilos, productos de origen asiático con los autóctonos, haciendo una mezcla un tanto ?sui generis? adaptándome no sólo al paladar de mi familia, sino también en un momento determinado a los productos con los que cuente en ese momento en mi cocina.
En ésta ocasión, como base o idea de unos rollos de primavera he preparado empanadillas (la masa clásica de La Cocinera tamaño grande) dándoles también forma redondeada, como aperitivos, unos ricos bocaditos de primavera ¿no creen?
En las cocinas asiáticas existen diferentes variedades del clásico ?rollito de primavera?, realmente son varios los países que se disputan su origen, pero es en China donde tiene mayor presencia, concretamente en el Sur, siendo una de las recetas más populares de la cocina cantonesa, de la que es un gran experto y magnifico cocinero un gran amigo nuestro, Lin.
Costumbre ancestral de consumirlos en China durante la celebración del año nuevo lunar o fiesta de la primavera, que le dio nombre a la receta; tiene lugar en el mes de febrero y es costumbre que en tan señalados días lo celebren junto a sus familiares, produciéndose una gran migración, quizás la más grande del planeta, pues suelen volver a su lugar de origen quienes han emigrado, volviendo los oruendos a sus lugares de nacimiento para festejarlo con las personas más allegadas.
El clásico y mundialmente conocido ?rollito de primavera? se prepara generalmente con una mezcla de vegetales, resaltando siempre la col.
Esta fantástica verdura ha sido la base de éstos ?bocados? con ina clara influencia de la cocina china?
¿Cómo los he hecho?
Echar en una sartén un chorreón de aceite (en ésta ocasión he usado aceite de oliva virgen extra) y freir la carne picada (cerdo, pollo y ternera) salándola al gusto y removiendo a fin de que se haga uniformemente.
Echar un chorreoncito de vino blanco (suelo usar un fino Montilla-Moriles) dejándolo evaporar y medio vaso de caldo de puchero (en su defecto caldo de pollo) y dejar cocer hasta que el liquido se evapore totalmente.
Apartar del fuego y reservar.
Cortar en trozos pequeños (en los rollitos de primavera suelen hacerlos alargados), una zanahoria, un pimiento amarillo, un puerro, media cebolla, dos o tres champiñones y la col.
En una sartén echar un chorreoncito de aceite y a fuego medio, ir pochando por éste orden: la zanahoria, pimiento, puerro, cebolla, los champiñones y por último la col, agregándoles un poco de sal para que suden (no demasiada teniendo en cuenta que la soja le da sabor salado) . Entre cada verdura, dejar un tiempo para que se hagan; cuando estén hechas las verduras (no demasiado) agregar tres cucharadas soperas de salsa de soja, espolvorear con jengibre en polvo y echar el refrito de la carne.
Remover, dejar templar y escurrir en un colador.
Rellenar las obleas y darles la forma que deseen?..freir en abundante aceite muy caliente.
Una vez fritas, colocarlas sobre papel absorvente.
Acompañar con salsa agridulce es lo habitual, pero ¿por qué no con con unas patatas fritas? ¿Con kétchup o mayonesa?.....
Un plato de claro origen chino, pero hecho en casa al más puro estilo occidental.
¡¡ Buen provecho !!
Cada año, en el mes de Febrero Lin y su esposa Su, una noche cierran su Restaurante, LA MARINA, en Puerto Marina (Benalmádena) y junto a sus hijos, sus hermanos y sobrinos, su familia, nos invitan a mi marido y a mis hijos a celebrar el Año Nuevo chino?cada año nos sorprende con un generoso menú, con fantásticas recetas nada habituales en los restaurantes chinos, platos, ingredientes y sabores exóticos.
Desde hace más de veinte años, casi sin darnos cuenta, ésa amistad ha ido creciendo y se ha ido afianzando entre nosotros. Gracias a ellos, he ido aprendiendo en gran medida los platos de origen chinos que suelo realizar en Mi cocina.