El 20 de marzo se celebra el Día Internacional Sin Carne, que también coincide con la entrada a la primavera (aquí en el hemisferio Norte). ¿No crees que éste puede ser un buen día para realizar algún cambio en tu alimentación, para reducir (o eliminar) los ingredientes de origen animal que aún consumes: carne, pescado, lácteos, huevos...?
Analizar nuestro plato, y escoger una alimentación más consciente, beneficiará tanto a nuestra salud (como la de nuestra familia), al medio ambiente, y a los animales. Nuestra mirada tiene que ir más allá de lo que tenemos delante, y además de saber los beneficios o perjuicios de los alimentos que ingerimos en cuanto a salud se refiere, también debemos de conocer la huella medioambiental (huella hídrica, huella de carbono) e impacto que esconden detrás de su producción..
A continuación, te dejo algunos datos que quizás desconozcas pero que pueden ayudarte a ser más consciente con tu alimentación y mostrar cómo repercuten nuestras elecciones en la cocina:
- La Organización Mundial de la Salud (OMS), determina que una alimentación sana es una alimentación donde predominan los alimentos vegetales. (1)(2)
- En España, el consumo medio de carne por persona es de 137,34 gr. diarios; casi el doble de lo recomendado por la OMS. Esto, incrementa la probabilidad de tener enfermedades cardiovasculares, cáncer de colon, diabetes y sobrepeso. (3)
- El sector animal consume el 80% de los antibióticos. En nuestro país, se emplean 402 mg. de antibióticos por cada kilo de carne, una cifra alarmante, ya que la media europea se sitúa en 100,62 mg. (3)
- Por cada kilo de carne de vaca que se consume, se ha gastado 15.500 litros de agua, lo que equivale a poder ducharse una persona durante unos 4 meses; y generado 27 kg de CO2, que equivaldría a conducir unos 150 km en coche. (3)
- Para producir 1 kg de legumbre como fuente de proteína, se requiere aproximadamente 18 veces menos tierra, 10 veces menos agua, 9 veces menos combustible, 12 veces menos fertilizante y 10 veces menos pesticidas, en comparación con la producción de 1 kg de ternera. (3)
- Cerca del 75% de la superficie agraria mundial se destina a la alimentación y crianza de animales. Es decir, solo ¼ de la superficie se destina a producir alimentos para consumo directo humano. (2)
- Se calcula que cada segundo mueren 2.000 animales en el mundo. Aproximadamente 345 millones al día, a lo que hay que añadir unos 140 millones de toneladas de peces. (4)
- Por cada kilo de pescado, hay 2.5 kilos de “pesca incidental”: tortugas, delfines y muchas otras especies marinas (especies no deseadas, sin valor económico y/o, especies protegidas) que son cazadas, descartadas y mueren como daño colateral. (5)
- Una persona vegana, con alimentación 100% vegetal, salva alrededor de 585 vidas cada año (evita el sacrificio de 25 animales de granja al año, y de más de 550 peces).
Una persona vegetariana salva alrededor de 100 vidas cada año, mientras que una persona que elimine la carne una vez a la semana salva 15 animales en 12 meses. (4)(6)
Hay muchas formas de reducir (o eliminar) la carne, el pescado, los lácteos,... de nuestra alimentación. Lo ideal es que cada persona encuentre su ritmo. A continuación, os nombraré algunas campañas o retos que actualmente están en marcha y que te pueden ayudar si te sientes un poco perdida:
- Lunes Sin Carne: campaña internacional que alienta a las personas a no comer carne (ni pescado) los lunes para mejorar su salud y la salud del planeta. Hoy, la campaña está activa en más de 40 países. Si te sumas a su campaña, podrás descargarte un recetario.
- Semana Sin Carne: reto lanzado por la organización ProVeg para esta semana. Es una forma divertida y fácil de hacer algo bueno por el planeta, los animales y tu salud mientras comes comida deliciosa. Cada día recibirás una newsletter con recetas, consejos e información interesante sobre cómo sustituir la proteína animal por vegetal.
- Por libre: infórmate y fórmate bien. Si estás muy perdido o perdida, visita algún o alguna nutricionista especializada en alimentación vegana para que te oriente. También, puedes seguir blogs o webs de alimentación natural y vegana donde expliquen recetas sencillas y fáciles de poner en práctica, así como consejos. [¿Qué te parece éste en el que estás? jeje...]
Ya verás como, poco a poco, esos pequeños cambios que pones en práctica se irán convirtiendo con el tiempo, en hábitos y costumbres normalizadas de tu vida diaria. Si quieres saber cómo lo hice yo y las fases por las que he pasado para vivir mi cambio, no te pierdas el post que escribí hace un par de meses resumiendo Mis 10 años de vegetariana / vegana.
Finalizando ya, decirte que este Día Mundial Sin Carne, dentro de 5 días, es una muy buena oportunidad para empezar a cambiar, porque el cambio en el mundo comienza cambiando nuestro plato.
"Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo" Mahatma Gandhi.
Fuentes:
1. OMS
2. Greenpeace.org
3. SemanaSinCarne.es
4. LunesSinCarne.net
5. WWF.org
6. http://www.countinganimals.com/how-many-animals-does-a-vegetarian-save/
Ensalada completa de invierno
INGREDIENTES (3 personas)
1 taza de quinoa (unos 200 gr.)
2 tazas de garbanzos cocidos (unos 400 gr.)
1/2 calabaza
Germinados/Brotes frescos
Chucrut o Pickles fermentados
Hoja verde variada (diferentes tipos de lechugas, rúcula, escarola, endibias...)
Salsa de pesto de brócoli (o pesto tradicional o pesto de almendras y rúcula)
Salsa de yogur con hierbabuena
Aceite de oliva (ppf)
Sal marina / Sal del Himalaya / Vinagre de umeboshi
Pimienta negra recién molida
Cúrcuma en polvo
Ajo en polvo
Chips de kale o col rizada
ELABORACIÓN
Limpia muy bien la quinoa. Sumérgela un agua y frota los granos. Aclara un par de veces como mínimo. Coloca el doble de cantidad de agua que de quinoa en un cazo. Cuando comience a hervir, incorpora un poco de sal y la quinoa lavada y escurrida. Tapa y baja el fuego al mínimo. Cuando se haya absorbido toda el agua (15-20 minutos) estará en su punto. Coloca los granos de quinoa en un plato o fuente para que se enfríen uniformemente.
Para cocinar los garbanzos, colócalos bien escurridos en un bol. Salpimienta y añade el ajo molido y la cúrcuma en polvo. Riega con una cucharad de aceite de oliva y remueve bien para que se mezcle todo el conjunto. Coloca en una bandeja cubierta con papel vegetal, e introduce en el horno precalentado a 180ºC, a media altura, unos 25 minutos. Saca del horno y deja que se templen.
Corta la calabaza a rodajas o gajos. Coloca en la bandeja del horno, salpimenta y riega por encima con un chorrito de aceite de oliva. Hornea unos 30-35 minutos a 180ºC hasta que comience a dorarse.
Lava y escurre las hojas verdes. Haz una base o cama en los platos donde vayas a servir. Ves colocando por encima la quinoa, los garbanzos, un poco de chucrut o pickles, los germinados y las chips de col rizada. Salpimenta y añade un poco de pesto y de salsa de yogur.