Tengo una selección de ensaladas para el verano que me resultan fáciles de hacer y que además llevan ingredientes asequibles y fáciles de encontrar. Cuando vi esta pensé que de barata no tenía nada, pero prometía estar riquísima.
El arroz salvaje tiene que ser bueno para que sea sabroso; he probado marcas blancas y no he encontrado ninguna que me convenza, aunque seguiré en ello, porque no me gusta pagar por pagar...
Lo mismo digo de los aguacates y el maíz. Es fundamental que el primero esté en su justo punto de maduración y que tenga sabor; los cogen verdes y luego da lo mismo ponerlos que no. El maíz que esté llenito y no sea una simple cáscara amarilla. Así que toca comprar una buena marca. Las pasas por supuesto sin semillas y las gambas, aunque son congeladas, que no parezcan de corcho. Ya sabéis que hay de todo en el mercado.
En fin, que porque está de muerte lenta de buena que si no...
Ingredientes para 4 personas
300 g de arroz salvaje
200 g de gambas
1 aguacate
1 limón
140 g de maíz cocido
2 cucharadas de anacardos tostados
2 cucharadas de pasas sultanas sin semillas
2 cucharadas de frambuesas frescas o crujientes (o manzana verde)
Aceite de oliva
Vinagre de vino blanco (o de manzana)
Sal
Pimienta
Hervir el arroz tal y como os indique el fabricante. Escurrir bien y dejar enfriar.
Si las gambas son congeladas, dejar descongelar el día de unas antes. Secar con un papel de cocina y pasar ligeramente por la plancha condimentadas con un poco de sal.
Cortar el aguacate a dados y rociar con zumo de limón.
Mezclar todos los ingredientes en un bol y dejar enfriar en la nevera.
Si usáis el crujiente de frambuesas, en lugar de las frambuesas naturales, no lo mezcléis con todos los ingredientes. Una vez esté la ensalada en el plato condimentar por encima, le da un toque dulce muy agradable.
A mi me gusta servir el aliño a parte.
Mezclo la sal y el vinagre bien para que se integren. Luego añado el aceite y emulsiono hasta que la mezcla blanquea. Le añado la pimienta y de nuevo remuevo. Pruebo, y si está a mi gusto lo dejo reposar diez o quince minutos a temperatura ambiente y listo para que cada uno se lo sirva.
En mi vinagreta suelo poner dos partes de aceite para una de vinagre. Si queréis que sea más suave tres de aceite y una de vinagre. Se potencia el sabor si junto con la sal se le añade una puntita de azúcar.
¡Qué la disfrutéis!