La semana pasada estuve pasando una semana en Chipre y volví enamorado del queso halloumi. Su textura especial hace que pueda pasarse por la parrilla o la sartén sin que se funda, sino que su exterior queda tostado y ligeramente crujiente y su interior suave y calentito. Ademas, debido al clima privilegiado de la isla, ya estaban recogiendo los primeros tomates del año, así que sin dudarlo, me traje para casa un par de tomates y un pedazo de queso para preparar esta receta...
Ingredientes para dos personas:
- 2 tomates medianos (unos 150 gr. cada uno)
- 150 gr. de queso halloumi.
- 3 cucharaditas de alcaparras.
- 12 aceitunas negras.
- 1/2 diente de ajo.
- 1 cucharadita de orégano seco.
- Perejil picado.
- 1/4 de limón.
- 3 cucharadas de aceite de oliva.
- Sal.
Cortad los tomates en dados de forma irregular, para que quede mas rústico, y pasadlo a un bol. Añadid a ese bol el medio diente de ajo picado muy fino, las alcaparras, las aceitunas negras deshuesadas y troceadas, el orégano y un poco de perejil picado. Echad también las tres cucharadas de aceite de oliva, una pizca de sal y exprimid encima el limón a vuestro gusto, según lo prefiráis mas ácido o no. Removedlo todo bien y reservadlo.
Poned una sartén a fuego medio-alto con un poco de aceite de oliva. Mientras calienta, cortad el halloumi en dos rebanadas del mismo grosor. Cocinad el queso unos 2 minutos por cada lado o hasta que esté dorado, con cuidado de que no se os queme.
Colocad la ensalada de tomate en dos platos la mitad en cada uno, reservando el aliño que haya quedado en el bol.
Sacad el queso después de la sartén y cortad cada pedazo en tres trozos. Colocadlos sobre la ensalada de tomate y echad por encima el aliño que quedo en el bol. Terminad con un poquito mas de perejil y orégano por encima y servid inmediatamente para que el halloumi llegue caliente a la mesa...