Hay veces que las recetas más sencillas son las más sabrosas...... La cocina diaria normalmente suele serlo, pero desde que tengo el blog, intento hacer platos nuevos, sanos y originales....pero de vez en cuando me doy cuenta de que no tengo que complicarme tanto para hacer un plato rico, fácil y delicioso, y eso es lo que pasa con esta receta....solo lleva tres ingredientes: espárragos trigueros, huevos y trufa.
Como ya sabéis, hay pocas cosas tan ricas como unos buenos huevos fritos......pero si además esos huevos están trufados, ya es el paraíso!!! Y esta receta los lleva.....no os imagináis que aroma sale del huevo cuando lo abres. Si te gusta el aroma de la trufa no te puedes perder esta receta.
La trufa que he utilizado para esta receta era fresca, natural, pero ahora la tengo en el congelador. La compré este invierno en la feria de la trufa de Catí, un pueblo de la comarca del Alto Maestrazgo.
La trufa de esta comarca se distingue por su sabor y ante todo por su aroma, es de excelente calidad.
La mejor manera de utilizar la trufa negra es consumirla fresca, tiene que conservarse en la nevera y solo unos 8 o 10 días. También la puedes congelar, para eso la tienes que limpiar bien y guardar en un recipiente hermético, cuando queramos utilizarla de nuevo, se ralla sin descongelar lo que necesitemos y se vuelve a guardar en el congelador.
Los huevos trufados son unos huevos de gallina cuya yema ha cogido el sabor de la trufa, te explico como trufar los huevos:
Tienes que poner una trufa en un cuenco cerrado con varios huevos, y tenerlos 2 o 3 días para que coja el sabor... cuantos más días, más sabor. La yema coge el aroma de la trufa, esto se produce por la porosidad que tiene la cáscara del huevo, solo toma ese aroma la yema porque la clara no tiene la suficiente grasa para que se impregne del aroma. La cáscara del huevo coge un fuerte olor que puede parecer que se han estropeado, pero no, es solo el olor que se impregna de la trufa.
Puedes utilizar estos huevos para hacer unos sabrosos huevos fritos, pero tiene que gustarte la trufa porque la yema coge un gusto amargo muy fuerte, pero si te gusta te encantará.....
Vamos con la receta:
Ingredientes:
Un manojo de espárragos trigueros o verdes.
Huevos trufados.
Ralladura de trufa.
Modo de hacerlo:
Limpia los espárragos y corta la parte más dura del tallo, por donde ya no se corta facilmente, pártelos en trozos grandes.
Pon una sartén al fuego con unas gotas de aceite, cuando esté bien caliente, dora los espárragos hasta que estén al dente, sazona, sácalos y reserva.
Pon un cazo con agua al fuego y coloca con cuidado los huevos para que no se rompan.
Cuando empiece a hervir, deja que cuezan unos dos minutos, apaga el fuego y tapa el cazo. Pasados unos 5 minutos echa agua fría y pélalos.
Coloca los espárragos en un plato, parte un huevo cocido por la mitad y ponlo encima de los espárragos ( no te puedes imaginar el aroma que sale del huevo al abrirlo.....).
Ralla un poco de trufa por encima del huevo.
Sírve caliente.
Espero que te guste.