Seguimos con el segundo ingrediente del Calendario Gastronómico del Mercado Central de Castellón. Como ya os comenté el mes pasado, tres bloggers de Castellón estamos dedicando una receta al ingrediente que protagoniza cada mes ese calendario, este mes la estrella es la trufa!!!
Ya tengo varias recetas editadas con ese manjar como la "ensalada templada de pollo con trufa", las "gambas con trufa negra" y los "espárragos trigueros con huevos trufados", hoy he preparado algo sencillo con solo dos ingredientes, pero que queda un plato espectacular.
Puede que pienses que la trufa es un ingrediente solo para días festivos, para algo especial debido a su precio, pero como se suele poner muy poquita dura bastante y cunde mucho. Si le añades unas poquitas virutas a un simple huevo, se convierte en un verdadero placer!!!
Castellón es una de las provincias de la Comunidad Valenciana, montañosa y bañada por el mar, donde podemos encontrar ingredientes naturales que dan lugar a una gastronomía muy rica y variada. La mejor manera de conocer y probar su variedad es visitando sus pueblos.
La trufa de la comarca del Alto Maestrazgo se distingue por su sabor y ante todo por su aroma que es de excelente calidad.
La trufa tiene forma irregular más o menos redondeada, es de superficie rugosa y color oscuro, su interior parece lleno de venas. Su tamaño es muy versátil, va desde el tamaño de una nuez al de una patata.
La mejor manera de tomar la Trufa negra y disfrutar de su maravilloso aroma y sabor es "consumirla fresca".
La trufa fresca, una vez recolectada tiene que conservarse en la nevera y no más de diez días, luego se puede congelar y dura hasta un año, que es como la tengo yo.
Si compras la trufa fresca y la vas a consumir en pocos días es mejor que la pongas dentro de un recipiente hermético con arroz, ya que este absorbe la humedad de la trufa y se te conservará fresca durante más tiempo.
Vamos con la receta que he preparado con este manjar!!!;
No voy a descubrir nada si te digo que no hay receta más simple y sencilla, pero a la vez deliciosa, que unos huevos fritos, pero si le añades unas virutas de trufa......se transforma en una delicatessen!!
Freír un huevo es muy sencillo, pero se tienen que seguir unas pautas para que salga perfecto, aunque no siempre se consigue.....
Lo más importante es utilizar un buen aceite de oliva virgen extra, es el más sano!!
Con respecto a la temperatura del aceite, tiene que estar caliente pero sin llegar al punto de que salga humo.
Ingredientes:(1 persona)
2 huevos de gallina por persona.
1 trufa negra fresca o en conserva.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal.
Modo de hacerlo:
Pon una sartén con bastante aceite a fuego medio.
Cuando esté caliente pero sin que llegue a humear, echa con mucho cuidado el huevo.
Con ayuda de una espumadera ves echando aceite sobre la clara para que se haga la puntilla si te gusta, y echa un poquito de aceite sobre la yema para que no quede muy hecha.
Cuando el huevo esté frito, aparta del fuego y echa sal.
Pasa los huevos a un plato y ralla la trufa cuando aún estén calientes.
Eso sí, te aconsejo que tengas a mano una buena barra de pan para mojar.......
A ver que han preparado mis amigas Merche de Hogar y brasas y Mónica de Saboreando las estrellas.....seguro que algo delicioso!!!
Espero que te guste.
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