Aunque acaba de empezar octubre estoy en modo otoño, a pesar de que me encanta ésta estación, empiezo a ponerme un poco melancólica y echar de menos esos platos de cuchara de nuestra infancia que tanto nos hacían disfrutar. ¿Qué tal si nos vamos preparando para el frío con recetas de nuestra cocina mas tradicional?
La fabada por definición es uno de los platos estrella de la cocina regional asturiana, el mas conocido y extendido, junto al arroz con leche. Su contenido calorico es alto, propio de los inviernos fríos y húmedos de Astúrias, pero no debemos renunciar a ellos si nuestra dieta es sana y equilibrada.
La variedad de alubia blanca para la elaboración de la fabada es la "faba de La Granja", se cultiva en Asturias es de una calidad excelente, suave y mantecosa, , presume de tener denominación de origen. Completa la receta el conocido compango, compuesto de chorizo y morcilla ahumados y lacón y tocino, que confieren un sabor inigualable a éste plato.
Si todavía no os habéis decidido a preparar ésta clase de recetas porque pensáis que son un poco engorrosas, nada mas lejos de la realidad, tan solo necesitaréis una buena materia prima, una gran cazuela o como en mi caso ésta cocotte Le Creuset de hierro fundido vitrificado ideal para este tipo de cocciones lentas, y tiempo para dejar que el chup-chup obre su magia.
Si visitáis Claudia&Julia podréis ver la receta pinchando AQUI, ésta es la receta que me enseñó mi madre, la que le he enseñado a mi hija y con la que he disfrutado momentos inolvidables.