Si hay un plato tradicional en nuestro país es la fabada. Procedente de Asturias, es un plato contundente, ideal para el frío y lluvioso invierno. Es reconfortante, delicioso y además, muy sencillo de preparar.
Como siempre ocurre con estos platos de ingredientes sencillos, es importante escoger productos de buena calidad, ya que es en este detalle donde residirá el éxito o el fracaso de nuestra receta. Como siempre también, tiempo, paciencia y cariño son tres ingredientes que no han de faltar cuando os metáis entre fogones.
Fabada asturiana
Ingredientes para 4 personas
250 g de alubias blancas.
1 chorizo asturiano.
1 morcilla asturiana.
150 g de panceta curada.
2 patatas medianas.
unas hebras de azafrán.
sal.
Preparación:
1. La noche anterior, ponemos a remojo las alubias en abundante agua.
2. Al día siguiente, desechamos el agua de remojo. Ponemos las alubias en una cazuela con agua fría, que las cubra un par de dedos por encima.
3. Calentamos la cazuela a fuego fuerte, hasta llevarla a ebullición. Entonces, quitamos la espuma que se haya formado con una espumadera y dejamos que hierva unos cinco minutos.
4. Entonces, añadimos las patatas peladas y cascadas (no muy grandes), el chorizo y la morcilla, la panceta y las hebras de azafrán.
5. Cuando rompa a hervir, bajamos el fuego y dejamos cocer muy despacito, hasta que las alubias estén tiernecitas. Este tiempo puede variar mucho entre hora y media y tres horas... Dependerá de la calidad y de la frescura de las alubias, así que conviene ir probando.
6. En la primera hora de cocción, aconsejan "asustar" las alubias dos o tres veces; esto consiste en añadir un poquito de agua fría para romper el hervor, de este modo conseguiremos que las alubias no se rompan.
7. Además, nunca debemos remover con una cuchara ni con nada, simplemente agitaremos con suavidad la cazuela. Esto se hace también para no romper las alubias.
8. A media cocción, probamos el caldo y sazonamos a nuestro gusto; como el embutido es salado, a veces no hay que añadir demasiada sal.
9. Antes de servir, troceamos el chorizo, la panceta y la morcilla; podemos servirlos aparte, para que cada comensal se ponga lo que le apetezca.