Fabada Asturiana by Guta Mamá
Placeres del Invierno: Fabada + Siesta
En Asturias también nos sobran los chorizos...
La fabada debe su nombre al ingrediente principal que la compone, las "Fabes". Esta legrumbre se cultiva en Asturias y se caracteriza por su forma grande y aplanada, en comparación con las alubias blancas normales. Una vez cocinadas, son tiernas y con una textura deliciosa. Pero al igual que no puede hacerse una fabada sin fabes, tampoco puede hacerse sin el embutido asturiano, que debido a su ahumado, tiene un sabor muy especial, y es lo que produce que la fabada tenga tanta "personalidad".
Cuando Ana probó este plato por primera vez, el verano pasado, sólo comió un par de cucharadas, y es que el sabor es fuerte... Pero ahora ya se toma su ración cuando la preparo!
Como todos los guisos tradicionales, hay múltiples formas de preparar una Fabada Asturiana, puesto que es una receta que se ha transmitido de generación en generación y cada familia tiene sus "trucos" particulares. Si nunca habéis preparado una fabada, al contrario de lo que podáis pensar, es muy fácil, especialmente con esta receta que comparto hoy, ya que el cocinero apenas tiene que intervenir en el proceso! Sólo hay que comprar buen producto, y dejar que el fuego lento haga su trabajo... ¿Quién se anima a deleitar a sus comensales con un plataco de Fabada?
FABADA ASTURIANA
Ingredientes (para 4-5 personas):
500 gr. de Fabes asturianas
2 chorizos asturianos
1-2 morcillas asturianas
1 trozo de panceta
1 punta de jamón con su tocino (que no esté añejo)
1 trocito de cebolla
1 cucharada de postre de pimentón
Azafrán
1 dl. Aceite de oliva
Sal
Elaboración:
La noche anterior lavamos las fabes y las ponemos en un recipiente bien cubiertas de agua. Dejamos en remojo durante 12 horas. Ponemos en agua también la punta de jamón, en otro recipiente aparte, para evitar que la fabada nos quede demasiado salada.
Al día siguiente ponemos en el fondo de una cazuela las fabes con el agua del remojo, y a continuación colocamos las carnes (chorizo, morcilla, jamón, panceta). Si es preciso, añadimos un poco de agua hasta que las fabes queden cubiertas.
Ponemos a cocer a fuego fuerte durante 45 minutos, y vamos controlando el tiempo.
Cuando lleve 20-25 minutos debéis retirar las espumas que flotan en la superfície, ya que son impurezas de las carnes.
Una vez hayan transcurrido los primeros 45 minutos, es el momento de bajar a fuego lento, y vamos a mentener así durante unas dos horas.
A mitad de cocción (aprox. 1h.20 min. desde que comenzamos a cocinar) vamos a preparar un sofrito, poniendo el aceite de oliva (nuevo, que no se haya usado para cocinar previamente) en una sartén, y cuando esté caliente, añadimos la cebolla picada muy fina. Rehogamos un par de minutos y añadimos el pimentón y un poco de azafrán. Mantenemos un minuto más y volcamos este sofrito en la cazuela de las fabes. Aprovechamos también para sazonar el guiso con cuidado.
Pasadas tres horas desde que comenzamos a cocinar, probamos las fabes para cerciorarnos de que están tiernas y rectificamos de sal si fuese necesario.
Retiramos del fuego, tapamos y dejamos reposar durante al menos 1 hora. Muy importante esta operación!!
Servimos la fabada en una cazuela, y el "compango", troceado en un plato aparte.
A tener en cuenta:
Es importante poner el jamón en remojo la noche antes, porque de lo contrario la fabada puede quedarnos salada.
La punta de jamón se puede sustituir por Lacón, previamente desalado (remojo desde la noche antes) y cocido aparte durante una hora..
Muy importante vigilar durante la cocción que las fabes estén bien cubiertas de agua (un par de dedos por encima) No importa si los embutidos asoman un poco, lo que debemos controlar es el nivel de agua respecto de las fabes. Si en algún momento necesitan agua, se la podemos añadir fría, esto es lo que se llama "pasma"les" en bable, que quiere decir "asustarlas" ya que el agua fría interrumpe la cocción.
No utilizar ningún cucharón ni ningún otro utensilio para remover, ya que provocaría que las fabes se rompieran. Para remover cuando hayamos añadido el sofrito, directamente cogemos la cazuela y la "meneamos" haciendo círculos.
Siempre se ha dicho que la fabada está mejor de un día para otro, ya que reposan los sabores y se hacen más intensos. Lo suscribo. Si podéis dejarla preparada el día antes, mejor, aunque recién hecha está riquísima también.
Hay muchas otras fórmulas para preparar la fabada asturiana, pero este método es sencillo y el resultado está muy bueno!
No sabría deciros exactamente cuándo aprendí a hacer fabada, creo que en realidad siempre la he sabido, porque he visto a mi madre hacerlas muchas veces... Ella fue quien me transmitió el amor por la cocina. Así que la insignia de hoy de Guta Mamá se la vamos a enviar al cielo, porque allí es donde Ella está desde hace unos años, haciendo fabadas para los angelillos!
Esperamos vuestros comentarios, y si tenéis cualquier consulta o queréis enviarnos vuestra propia versión de la Fabada Asturiana, fotografías o mejoras, podéis hacerlo aquí, nos encantará recibirlas y publicarlas!
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Gracias por vuestro tiempo y hasta pronto!