Falso "Mon Cherry"

Una visita a Ángeles es un regalo para el corazón, pasar un rato con ella, escucharla hablar de sus muchas anécdotas, unas más alegres que otras, es una caricia en el alma. Ángeles es una mujer de palabras precisas y preciosas. Ha hablado de su padre, era increíble, dice, aún en los tiempos más difíciles, cuando las labores del campo le exigían su presencia y dedicación diaria, siempre tuvo tiempo para desempeñar sus funciones de abuelo, padre y esposo, de preocuparse por la disciplina y las notas de cada nieto, de orientar las lecturas de los hijos, de sentarse frente a la carretera que cruzaba el pueblo, con algunos familiares y amigos, y saludar muy cortésmente a cada uno de los transeúntes. Él era un fanático de las costumbres y las tradiciones. Por ejemplo, a la hora de las comidas él era siempre el último en sentarse a la mesa. Cuando lo hacía ya todos los demás tenían que estar en sus puestos. Entonces empezaba a comer sin prisa, y al terminar iniciaba una larga y reglamentaria sobremesa que jamás se podía violar. Allí se comentaban los problemas de la casa, de las amistades de la casa, de las amistades de las amistades de la casa, agrega Ángeles, y como las sobremesas, todas las fechas señaladas eran importantes para él. Los cumpleaños, los santos, aniversarios de boda, los bautizos y comuniones. Pero de todas las fechas posibles, una en especial deleitaba a mi padre: el seis de enero, Día de los Reyes, ocasión en que todos sus nietos debían trasladarse, bien temprano, a la casa del abuelo, que era el lugar donde los Reyes Magos dejaban los regalos pedidos. Ángeles mira al cielo y sigue recordando. Pero los reyes de mi padre eran especialmente desordenados. Distribuían los juguetes por toda la casa, en los más inesperados rincones. Dos pequeñas gotas saladas resbalan por su mejilla, mientras dice que parece estar viendo a aquel hombre con el pelo totalmente encanecido, guiando a los muchachos en la búsqueda de los juguetes escondidos.

FALSOS MON CHERRY



Ingredientes:

300 grs de cerezas (del Valle del Jerte)

30 grs de azúcar moreno.

30 grs de azúcar blanco.

75 grs de kirsch (licor de cerezas)

175 grs de agua mineral.

15 grs de gelatina vegetal en polvo.

2 c.s de cacao puro en polvo desgrasado Valor

Elaboración:

Lavamos y secamos las cerezas. Les retiramos los huesos y las ponemos a macerar con el azúcar moreno durante unas horas (mejor toda la noche).

Trituramos las cerezas y las pasamos por un colador de malla fina, para evitar que quede cualquier resto de piel. El puré que nos queda, lo ponemos a congelar en una cubitera con los huecos semiesféricos. Si nos sobra puré podemos congelarlo para otra preparación.



Una vez congelados, perfectamente, los cubitos de cerezas los pasamos para un bol o un plato para utilizar más tarde.




Ponemos el Kirsch, el agua, el azúcar, el cacao en polvo y la gelatina vegetal en un cazo (mejor si es pequeño y hondo), con ayuda de unas varillas disolvemos todo bien, bien y lo llevamos al fuego hasta el punto de ebullición. Retiramos del fuego y dejamos que baje a una temperatura de 80º.

Mientras enfría podemos ir pinchando nuestras bolitas heladas de cerezas con un palillo. Posteriormente cogemos cada palillo y sumergimos las bolitas un par de veces o tres (cuantas más veces se sumerja, mayor será la consistencia del envoltorio de nuestro helado) en el líquido caliente. Por el contraste de frío-calor se irá formando una película de chocolate alrededor del helado, formando nuestro Falso Mon Cherry.









Si la gelatina se empieza a solidificar, no problem, la calentamos otro poco y volverá a su estado líquido (esta es la ventaja de cocinar con este tipo de gelatina vegetal).

Dejamos reposar los Mon Cherrys (más falsos que judas) en la cucharilla o plato donde los vayamos a servir.



Yo los he servido acompañados de una hoja de cerezo encurtida, haciendo un todosecome




Con esta receta participo en el 3º aniversario de los retos de CdM- Cocineros del Mundo y VALOR


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