Hoy toca contaros una historia real, que pudo haberle pasado a cualquiera (ja, ja!): tienes invitados a cenar. Has preparado unos platos deliciosos de los que te sientes orgullosa, pero no... Horror!!!! Se te ha olvidado el postre!!!.Y además no te quedan más de 10 minutos para prepararlo. Abres la nevera y ves que tienes: un trozo de bizcocho de ayer, unas frambuesas, unas pocas fresas, un par de naranjas, mascarpone, y 2 yogures. ¿Qué haces? Pues un falso tiramisú, y quedas fenomenal.
En serio, ésta es una receta para auténticos inútiles culinarios, se hace en 10 minutos y está deliciosa. Si no tenéis, como me pasó a mi, un trozo de bizcocho del día anterior, por supuesto que podéis utilizar melindros o bizcochos de soletilla, como en un tiramisu de verdad (los famosos savoiardi). Os doy las cantidades para 6 vasitos, que es lo que sale con un tarro de mascarpone y dos yogures. Pero si sois más y tenéis muchos vasitos, pues a multiplicar la receta.
Ingredientes:
300 g de melindros o bizcocho del día anterior
100 g de fresas
2 cucharas grandes de azúcar
1 tarrina de frambuesas
2 naranjas
250 g de mascarpone
2 yogures naturales azucarados
unas gotas de vainilla líquida
6 galletas de jenjibre (opcional)
Preparación:
Empezamos por trocear un poco las fresas y ponerlas al fuego en una olla pequeña con dos cucharas de azúcar. Cuando rompan el hervor y se haya disuelto el azúcar por completo (habrán soltado líquido) las apartamos del fuego y las dejamos enfriar. Ya habréis hecho lo más "complicado", o sea que imaginaros el resto.
Exprimimos las naranjas y mojamos con ellas la mitad del bizcocho o los melindros, que iremos distribuyendo en el fondo de los vasitos. Sobre los melindros ponemos la mitad de la preparación de fresas y unas pocas frambuesas.
Mezclamos el mascarpone con los dos yogures y unas gotas de vainilla líquida. Si los yogures no son azúcarados podemos agregar dos cucharas de azúcar (a vuestro gusto). Vertemos la mitad de esta preparación sobre las frutas, en cada vasito. Ponemos otra capa de bizcocho mojado en zumo de naranja, el resto de las fresas y lo que queda de la mezcla de mascarpone y yogur. Finalmente trituramos las galletas para ponerlas de adorno por encima y darle un toque crujiente y especiado y terminamos decorando con el resto de las frambuesas. Lo llevamos a la nevera y lo servimos bien frío. Fácil, fresquito y delicioso.