Ya sabéis que me gusta curiosear páginas de internet de recetas. Tengo varias que son fijas, pero siempre descubro alguna nueva que me gusta. Esta receta no es de una página de cocina, sino de una página de productos alimenticios para niños. En ella intercala consejos, publicidad de sus productos y recetas la mar de sanas.
Me han gustado varias, pero hoy he preparado esta, porque casualmente tenía unas espinacas en la nevera que había que gastar ya.
Es una receta sencilla, pero deliciosa, rápida, muy sana y económica que también hay que mirarlo.
Yo he preparado la receta en base a la cantidad de espinacas que tenía, y me han salido seis flamenquines, Si necesitáis más, deberéis doblar las cantidades de todo.
INGREDIENTES:
6 lonchas de pechuga de pavo.
100 gr de espinacas frescas,
100 gr de requesón.
1 diente de ajo.
1 huevo.
Pan rallado.
Aceite para freir.
Sal y pimienta.
PREPARACIÓN:
Ponemos una cucharada de aceite en una sartén y sofreímos un ajo picadito. Añadimos las espinacas frescas y sazonamos con sal y pimienta al gusto. Tapamos la sartén y dejamos que se hagan las espinacas a fuego medio unos dos minutos.
Colocamos las lonchas de pechuga de pavo sobre un plato y ponemos una cucharadita de requesón desmenuzado, encima una cucharadita de espinacas rehogadas. Enrollamos, pasamos por huevo batido y pan rallado y freímos en abundante aceite caliente.
Dejamos sobre un plato con papel absorbente para que escurra el aceite.
Vamos a sofreír un ajito en una cucharada de aceite.
Echamos las espinacas frescas, sazonamos con sal y pimienta, Abultan mucho pero después se quedan en nada. Si usais espinacas congeladas, dejad que escurran muy bien el agua. Las tapamos para que se rehoguen, en un par de minutos están hechas.
Ya están. ¿Veis como se reducen? Quitadles los tallitos, a mi se me pasaron, aunque no importan porque se quedan muy blandos.
Sobre una loncha de pechuga de pavo colocamos una cucharadita de requesón desmenuzado en un lado.
Y encima una cucharadita de espinacas rehogadas.
Enrollamos.
Pasamos por huevo batido.
Y por pan rallado.
Y freímos en abundante aceite caliente. Dejamos sobre un papel absorbente para que escurran el aceite.
Quedan crujientes por fuera y suaves y deliciosos por dentro.
Es un aperitivo o picoteo estupendo, un entrante, acompañamiento... como lo quieras poner vas a triunfar.
El relleno de requesón y espinacas combina genialmente.
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