El flamenquín es un plato típico de Andalucía muy emblemático. No obstante, yo hoy os traigo una variedad diferente. Es decir, imaginaos que en vez de surgir este plato en España, hubiera surgido en una pequeña comunidad de Wisconsin, llamada Janesville, donde la señora Dells decidió un día innovar en la cocina para alimentar a los soldados que luchaban contra la tribu Winnebago. Como resultado, nacería el Flamenquín a la americana.
Obviamente este relato es una fantasiosa mentira, pero de haber surgido el flamenquín en EEUU, sin duda poseería una historia parecida. Igualmente, esta receta es una americanada o al menos así lo parecía en el vídeo en el que la descubrí. Eran de estas recetas que duran apenas unos minutos y que hacen que luzca como si fuera muy fácil de preparar esos platos. Algunas veces es muy sencillo, como en este caso, pero otras…, la cocina termina como si se hubiera librado alguna batalla entre americanos nativos y los nuevos colonos.
INGREDIENTES:
Salchichas (preferentemente que sean anchas y si son rellenas de queso mejor).
Lonchas de queso para sándwich (también valdría cheddar).
Rebanadas de pan de molde sin corteza.
Un huevo.
Pan rallado.
1º. Aplanamos con un rodillo tanto como podamos la rebanada de pan de molde.
2º. Luego posamos sobre ella una loncha de queso. Después colocamos la salchicha en unos de sus extremos y vamos enrollándolo todo lentamente. Una vez hecho el rollito, si veis que os sobresale algo de pan o de salchicha, cortarlos hasta que quede todo uniforme.
3º. Luego envolvemos cada rollito en papel de aluminio y lo metemos al congelador como mínimo 30 minutos o si lo preferís, hasta que vayáis a consumirlos.
4º. Cuando vayamos a cocinarlos, debemos poner en una sartén abundante aceite y los rebozaremos con huevo y pan rallado. Los freiremos y sobre un plato con servilletas los posaremos para que absorba el papel todo el excedente de aceite.
Y listo, ya tendríamos preparados nuestros Flamenquines a la americana. Crujientes por fuera y por dentro con un queso que se deshace lentamente. Lo podéis acompañar con alguna salsa e incluso un poco de ensalada. Rico y fácil, ¿verdad?
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