Este flan de nata (crema de leche) es uno de los mas cremosos que he preparado hasta ahora y menuda colección llevo... me da que voy a hacer uno o dos mas y me voy a pasar a los pudín, que tengo unas ganas de hacer uno de leche condensada... y es que con la excusa de aprovechar el pan de días anteriores seguro que a no tardar mucho me pongo con ello.
De momento me estoy zampando este flan tan rico, que tiene sus calorías, no voy a decir que no pero vaya, que lo puedes hacer con edulcorante en polvo en lugar de azúcar y así le quitas unas cuantas. También es una forma de que lo puedan tomar las personas que tienen problemas de azúcar, que yo lo hago a veces pensando en una cuñada que no la puede tomar, solo le pongo un poquito de caramelo por eso de que le dé color y está igual de rico, pruébalo y ya verás.
Flan casero de nata (crema de leche)
Ingredientes
3 huevos XXL
600 ml de nata (crema de leche) para cocinar
6 cucharas grandes de azúcar
50 g de azúcar
unas gotas de zumo de limón
Preparación del flan casero de nata (crema de leche):
Para hacer el flan de nata (crema de leche) he utilizado nata (crema de leche) para cocinar, que es mas ligera que la nata (crema de leche) para montar (crema de leche) porque tiene menos contenido graso. Si no la encuentras puedes utilizar 300 g de nata (crema de leche) para montar y 300 g de leche.
En un bol ponemos la nata (crema de leche) con el azúcar y la batimos, con unas varillas manuales, hasta que el azúcar se haya disuelto. Entonces añadimos los huevos y seguimos batiendo hasta tener una crema homogénea.
Vamos a preparar el caramelo con el zumo de limón, lo ponemos en un cazo, mejor de fondo grueso, a fuego lento hasta que se haga el caramelo. Como hemos comentado otras veces el azúcar no se debe mover con cuchara, solo movemos el cazo a medida que se vaya haciendo. Retirar del fuego cuando tome color dorado y verter en el molde donde vamos a hacer el flan.
Tenemos que dejar que el caramelo se enfríe y solidifique antes de añadir el preparado del flan, una vez lo hayamos hecho lo tapamos con papel de aluminio, de forma que quede muy bien cerrado y lo ponemos en otro recipiente al baño María.
Lo vamos a meter al horno precalentado a 160º de 50 a 60 minutos, el tiempo puede variar un poco según el horno, antes de sacarlo podemos mirar a ver como está, levantamos con cuidado el papel y si y ya está cuajado por los bordes pero aún baila un poco por el centro ya está listo.
Lo dejamos enfriar fuera de la nevera y cuando se haya templado lo metemos al frío durante varias horas, lo ideal es hacerlo de un día para otro, a mí me gusta prepararlos por las noches para que estén al día siguiente.